Castro: no sabe no recuerda

MADRID- Tras la comparecencia en diciembre de Ángel Torres, la comisión de investigación que busca esclarecer las subvenciones que recibió el Getafe Club de Fútbol por parte del Ayuntamiento tuvo ayer su segundo plato fuerte con la declaración de Pedro Castro. La principal cuestión que el ex alcalde debía aclarar giraba en torno a si incumplió o no su compromiso de otorgar al club azulón una ayuda de 3,5 millones de euros en 2011. Sus respuestas, lejos de aportar luz, terminaron arrojando todavía más sombras. Principalmente porque incurrió en constantes contradicciones con lo que él mismo defendió hace sólo unos meses. Primero cuando, al defender su actuación, que calificó de «impecable», no tuvo reparos en sostener que su equipo de Gobierno tomó la decisión de reducir a un millón y medio de euros la ayuda porque, según Castro, el convenio firmado «marca una voluntad y no una obligatoriedad y cada año se fija la cantidad correspondiente». Sin embargo, dicho convenio, firmado en 2010, recoge que la ayuda al Getafe C.F. será de 3,5 millones y establece en su cláusula 15 que la subvención será, durante los cuatro años de aplicación del acuerdo, por una cantidad similar. Pese a ello, se redujo a menos de la mitad.

Posteriormente, Castro, que comparecía sólo un día después de anunciar que no repetirá como líder de los socialistas de Getafe, subrayó que la decisión de reducir la subvención se tomó ante la gravedad de la situación económica, que obligaba a «reservar los recursos a otras prioridades». Una afirmación que no parece encajar muy bien con la buena situación económica del municipio de la que presumió el pasado mes de mayo durante la campaña de las municipales. Pero la confusión llegó a su punto más álgido cuando, a una pregunta del vicepresidente de la comisión, Manuel Ortiz, Castro confesó, a pesar de su experiencia de 28 años como alcalde, no saber la diferencia entre un protocolo y un convenio municipal.

El final de una amistad
Como colofón, Castro negó también haber prometido a Torres, durante una comida, que aprobaría una ayuda complementaria de dos millones más. De esta forma, volvía a negar públicamente al que en otro tiempo fue su inseparable amigo. Precisamente fue el político socialista el que convenció a Torres para que se hiciera cargo del club de fútbol. Torres aceptó, lo llevó a Primera y su amistad se afianzó.

Sin embargo, la histórica victoria de Juan Soler en las municipales de 2011 supuso el principio del fin para la buena sintonía entre ambos. Especialmente cuando comenzaron a trascender las reuniones que PP y UPyD mantenían para lograr la investidura de Soler y en las que, en alguna ocasión, supuestamente también participó Ángel Torres. Castro no encajó bien la que, para él, era una traición en toda regla. Torres, como subrayó en diciembre, tiene claro lo que pasó: «Ha sido un ataque de celos injustificado por perder las elecciones».

Más sospechas en el «caso aparcamientos»
El PP se personará como acusación particular en el caso de los aparcamientos de Getafe con el fin de conocer «si se pudieron producir regalos o tratos de favor en beneficio» de los concejales socialistas implicados o de sus familias. La trama, según el PP, afectaría a cinco aparcamientos del plan municipal y podría suponer un beneficio aproximado de 12 millones de euros para los gestores y concesionarios de los parkings. El PP ya denunció que la ex concejala de Obras del PSOE, Cristina González, adjudicó la explotación de un aparcamiento a la cooperativa presidida por su marido. La petición de personarse se realiza tras la comparecencia en el juzgado del imputado Antonio Cruz García, administrador único de la gestora Roblepark, S.L.