Pekín

«Samu» de oro

La Razón
La RazónLa Razón

Samuel Sánchez no se dejó emparedar por los hermanos Schleck y cuando creyó oportuno dejó la guerra para los demás y decidió ganar su batalla. Su victoria recordó a los otros cuatro ciclistas españoles que ganaron la cima de Luz Ardiden, aunque a mí me pareció más el héroe de Pekín cuando conquistó la medalla de oro olímpica.

Samuel no está en la presumible orla de los ganadores del Tour aunque, probablemente, sí está entre los aspirantes al podio. En los Juegos solamente se le consideraba el tercer hombre y fue ganador. En el Tour era solamente nuestro segundo y ya ha dado la primera gran campanada. En tarde en que Alberto Contador se dejó vencer por los nervios del último kilómetro, y las superiores fuerzas de los demás, Samuel nos hizo rememorar a los mejores ciclistas españoles.

Ayer pasamos por el Tourmalet, donde se han forjado tantas historias épicas. Tiempos en que los españoles acudían con aspiraciones montañeras. Nuestro gran blasón era el premio de la montaña. En las cumbres siguen dando muestras extraordinarias, pero sus victorias, como la de Samuel, están más allá del galardón de los escaladores que, a fin de cuentas, es premio de consolación. No ha terminado el Tour y Contador todavía no está derrotado

. Tiene el inconveniente de llegar a las montañas en dificultades por el tiempo perdido con anterioridad, y no por falta de fuerzas, sino por desgracias, cabe confiar en él. Lo peor es que tiene que correr emparedado. Entre dos hermanos en gran forma. Y que le vigilan constantemente.