Nutrición

Tengo en mis manos el más extraordinario volumen, son cuatro tomos, que se ha escrito en España y del que no pienso separarme en ningún momento, puesto que contiene lo que siempre he buscado cuando precisamos verdades constatadas. Lo firma el Catedrático de Bioquímica y Bilogía Molecular de la Universidad de Granada, el doctor Ángel Gil, y lo ha coordinado el profesor Fermín Sánchez de Medina, con las mismas responsabilidades en esa Facultad andaluza. Se apoyan en aquel concepto de Isaac Newton (1642-1727) cuando dijo: «Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano».
Se trata de saber exactamente la relación entre alimentos y enfermedad. O por ventura, cómo combinan algunos micronutrientes con patologías. O si quieren ustedes lo ponemos al revés: cómo algunos entes nosológicos acaban trastocando cofactores, coencimas o elementos fundamentales de nuestros imprescindibles equilibrios. Por eso, con este «Tratado de Nutrición» voy a poder descubrir si me dan gato por liebre cuando nos presentan productos que tienen todas las cualidades. Es oportuna la convocatoria del «Salón de la Dieta Mediterránea y Salud», que se inaugura esta semana en el Ifema de Madrid. Allí estará el profesor Lluís Serra y Javier Aranceta, que con la presencia de la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, pondrán en marcha esta convocatoria tan importante en el devenir de las innovaciones nutritivas.
Voy a pedir documentación en el «stand» de Kellogg porque me consta que han patrocinado un trabajo excepcional del doctor Gregorio Varela sobre la importancia del ácido fólico y la vitamina D en la salud de la mujer. También me consta que el profesor Baltasar Ruiz Roso ha sacado nuevas conclusiones sobre la necesidad de incrementar el consumo de fibra «insolible» en la dieta. Seguro.