Lorca
Los ingenieros piden que se revisen las normas de construcción ante las riadas
Espín explica que el puente de la A-7 tenía más de treinta años y una cimentación superficial
MURCIA- Las lluvias torrenciales que se produjeron hace unas semanas en la Región y que azotaron, especialmente, a Lorca y Puerto Lumbreras, causaron numerosas pérdidas y daños, entre los que cabe destacar la caída de un puente de la autovía A-7, entre ambos municipios. Al respecto, el decano del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Comunidad, Antonio Tomás Espín, afirmó que los destrozos en puentes y carreteras se deben a un fenómeno meteorológico «extraordinario» que superó las previsiones contempladas en la normativa de construcción, por lo que consideró que es el momento para revisar esta regulación.
Espín explicó que, a la hora de proyectar una infraestructura, los ingenieros diseñan proyectos en base a la normativa estatal que recoge las fuerzas hipotéticas a las que pueden verse sometidas las construcción, bien sea por el efecto de terremotos o por la acción del agua, en el caso de las riadas. Asimismo, aseguró que estos datos están calculados con «bastante margen de seguridad» en base a estudios estadísticos. Sin embargo, señaló que «siempre puede suceder una acción de la naturaleza extraordinaria, superior a la prevista en la normativa» como, por ejemplo, «los terremotos de mayo de 2011 en Lorca, que sobrepasaron todas las expectativas y lo que era previsible en la zona». Del mismo modo, el decano del Colegio indicó que las lluvias que generaron las inundaciones del 28 de septiembre fueron también un fenómeno «extraordinario», ya que son las precipitaciones «más importantes desde que hay registros históricos». Por ello, consideró que «ahora quizá sea el momento de revisar la normativa a nivel estatal, para comprobar si se está considerando la superficie de seguridad o hay que ampliarla». En caso de tener que modificarla, Espín aseveró que «conllevaría unos costes bastantes grandes». Además, apuntó que por su parte la Comunidad podría hacer una adenda o documento complementario a la normativa estatal, para exigir una mayor seguridad en las construcciones que se lleven a cabo en la Región, sobre todo, en las zonas de actividad sísmica y de gota fría importante.
Con respecto al puente de la autovía A-7 que resultó derruido por el temporal entre los kilómetros 583 y 585, a la altura de Lorca, Espín recordó que se trata de una infraestructura que fue construida hace 30 años «con una cimentación superficial que ahora no se suele utilizar, y ha sufrido una caudal muy superior a los esperado». Todos estos factores, apuntó, han hecho que un tramo «se haya colapsado y se haya venido abajo». En concreto, matizó que El otro puente que se construyó paralelo a esta calzada «tiene una cimentación que se denomina ‘profunda' y que aguanta mejor los caudales». De hecho, subrayó que esta infraestructura «no ha sufrido ningún daño». Por ello, el decano del Colegio descartó que el derribo del puente sea consecuencia de una negligencia por parte de la administración, porque cuando se construyó hace más de 30 años «fue sometido a ensayos geotécnicos y se comprobó que podría soportar bien las avenidas, cumplía la normativa». En cualquier caso, afirmó que la causa principal del colapso es «un caudal muy por encima de los esperados y del mayor registro histórico».
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