No es una anécdota

No hay vuelta de hoja. Los resultados del PSC en las elecciones catalanas del pasado domingo tienen dimensión nacional. No es esta una afirmación realizada desde la crítica simplista a Rodríguez Zapatero. Sin ir más lejos, el mismo día de las elecciones, Gaspar Zarrías, secretario de Estado y evidente voz autorizada entre los socialistas decía claramente: «hay que tomar nota en Ferraz de lo ocurrido en Cataluña». Y es que pensar que las elecciones catalanas son un globo aislado en el entramado político nacional es engañarse con el solitario. Cataluña tiene su dinámica concreta, pero no es un ejemplo tan diferente que no sea aplicable al resto de España.
Zapatero tiene que tomar nota. Los siete años de tripartito, con una larga colección de desmanes que parecen ya historia; la explotación ridícula de la reforma de un Estatuto que nadie pedía y la traición a una trayectoria cimentada en los años de los socialistas en Cataluña han provocado esta bofetada electoral. Si, además, a todo esto se suman los efectos demoledores de la crisis económica, el resultado es claro: Zapatero tiene que ponerse las pilas.
Desde luego, si se mantiene que los resultados catalanes afectan negativamente a Zapatero habrá que pensar que son beneficiosos para Mariano Rajoy en unas previsibles elecciones generales. En este caso, el análisis es tan claro como diferente. El PP necesita buenos resultados en Cataluña si quiere obtener una mayoría solvente en el Congreso de los Diputados. En este sentido, hay que recordar que en la mayoría absoluta de José María Aznar en el año 2000 fueron clave los excelentes resultados que en aquellos comicios obtuvieron en Cataluña. Es decir, el PP no necesita arrasar en unas generales en esa comunidad, pero sí conseguir unos buenos resultados al menos como los obtenidos el domingo. Decir que las elecciones catalanas han abierto las puertas de La Moncloa a Rajoy no es del todo cierto, pues cada cita tiene sus características, pero desde luego ya le han señalado cuál es la llave que tienen que usar para volver al Gobierno.
En resumen, Cataluña es Cataluña y tiene sus reglas electorales. Pero sería una ingenuidad no hacer una lectura para la política nacional de estos resultados. Pueden mirar hacia otra parte, pero sería un error sin rectificación.