Virginia Labuat: «No volvería a pasar por Operación Triunfo»

–«Dulce hogar». Un dulce hogar es la seguridad, el refugio o...
–Al final, mis canciones son mi refugio, mi dulce hogar.

–Los artistas parecen condenados a no tener un dulce hogar...
–Los artistas estamos condenados a la soledad y a ser incomprendidos.

–Un amigo mío decía siempre: «Como fuera de casa, en ningún sitio».
–No, yo prefiero el hogar, pero la verdad es que estoy fuera de él casi todo el tiempo. Son las contradicciones de la vida. Soy muy contradictoria.

–Afirma que es tan sencilla como compleja. A ver, explíquese.
–Sencilla porque hago lo que todos los mortales. Compleja porque estoy llena de preguntas a las que nadie va a responder nunca.

–¿A qué pregunta le gustaría encontrar respuesta?
–¿Qué sentido tiene la vida? ¿Por qué tenemos que morir? No me gusta nada la idea de morir, como a todos.

–Juguemos con los títulos de sus canciones. «Run to you» («Correr hacia ti»). ¿Hacia quién o qué corre?
–Hacia mis objetivos. Vivir de la música, ser dueña de mi carrera...

–«Hoy por ti». ¿Y mañana por mí?
–Claro. Así el mundo funcionaría mejor. Hay que pensar más en el otro.

–«Por una vez». ¿Qué ha hecho una vez y no volverá a hacer?
–Pasar por un programa como «Operación Triunfo». Una vez y no más.

–«107 veces». ¿Qué ha hecho más de 107 veces?
–Enamorarme en el autobús. Antes me gustaba jugar a eso, eran enamoramientos fugaces y fantásticos. Iba en el autobús, elegía a uno y me «enamoraba». Se bajaba, no le volvía a ver, y en paz.

–«Bajo mi piel». ¿Qué hay debajo de un «lifting»?
–Me imagino que carne que desea volver a ser deseada.

–«Insomnio». ¿Qué le quita el sueño?
–Mis obsesiones: dar vueltas y vueltas a las cosas.

–«Circus». ¿Va por el país?
–Todos los países son un circo, cada uno a su manera. La vida es un circo y yo, una equilibrista en la cuerda floja.

–¿Le da miedo la crisis?
–No pienso demasiado en el futuro para no tener miedos.

–«Sin corazón». ¿Quién no tiene corazón?
–Muchos tienen tan mal corazón que parece que no lo tienen.

–«Hasta dónde iré». ¿Hasta dónde piensa ir, si no es mucho preguntar?
–Hasta el infinito y más allá.

–Ojito con los agujeros negros...