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Un tubo rojiblanco para el nuevo puente de Calatrava

Envuelto en la polémica por los sobrecostes de su puente en Venecia, el arquitecto valenciano presenta en Canadá su última obra. 

Un tubo rojiblanco para el nuevo puente de Calatrava
Un tubo rojiblanco para el nuevo puente de Calatravalarazon

Un año y medio después de lo previsto los transeúntes de Calgary (Canadá) pueden cruzar el río Bow por el Puente de la Paz, obra del arquitecto español Santiago Calatrava, célebre por sus diseños de puentes y centros de transporte construidos en todo el mundo. Casi 20 millones de euros ha sido la factura de esta pasarela de acero de color rojiblanco y forma tubular que se ha inaugurado este fin de semana.

Un impacto ambiental mínimo y una estructura sin pilares de apoyo volvieron el sábado a poner de actualidad al arquitecto por sus creaciones, y no sólo por la polémica generada con su célebre en Venecia.

El principal reto del Puente de la Paz ha radicado en los escasos siete metros de altura para desplegar la estructura, para la que además se hubo de definir una zona de exclusión aérea a causa de la cercanía de un helipuerto, al tiempo que en la parte inferior había que sopesar los elevados niveles de hielo y agua del río Bow.

Se estima que alrededor de 1.500 personas hagan uso de la instalación a diario. Ciclistas y peatones dispondrán de caminos separados a través del puente, compuesto por una estructura cerrada para proteger a los viandantes de los duros inviernos locales, pero también ha sido definido como «permeable y transpirable». La construcción permite acceder por un nuevo punto al Parque de la Paz.

«Aunque el concepto de diseño del Puente de la Paz es muy desafiante, estoy realmente orgulloso de él. Ha sido un placer y un honor trabajar en esta hermosa ciudad», subrayó el arquitecto.

El polémico puente en Venecia
La Fiscalía del Tribunal de Cuentas de la región italiana de Venecia solicitó el pasado fin de semana al arquitecto Santiago Calatrava y a su equipo una compensación de 3,4 millones de euros por «daños al erario público» por errores en la construcción del puente sobre el Gran Canal de Venecia . El presupuesto inicial para el puente era de 3,8 millones, pero hasta el momento ha costado 11,2 millones de euros.

«La realización del Cuarto Puente sobre el Gran Canal ha comportado un aumento objetivo y temerario de los coste respecto al gasto previsto inicialmente y comportará en el futuro un desembolso económico constante y desproporcionado por parte de la administración», señala el texto de la Fiscalía, recogido por el periódico veneciano «La Nuova».

«La obra sufre de una patología crónica caracterizada por la necesidad de una vigilancia constante y de un recurso continuo a intervenciones en modo alguno relacionadas con el mantenimiento de rutina», sostiene el escrito, firmado por el fiscal Carmine Scarano. El documento, basado en cuatro estudios técnicos distintos, denuncia un «asombroso y vergonzoso conjunto de errores» tanto en la fase de planificación como en la de ejecución y en la preparación de la licitación. En concreto, Scarano sostiene que hubo errores de diseño que atribuye a Calatrava y a otras seis personas: Roberto Scibilia, Salvatore Vento, Roberto Casarin, Franco Bonzio, Luigi Licciardo y Hermes Redi.