Avilés
La marcha de Pizarro abre la quinta remodelación de Gobierno desde 2008
Griñán evita pronunciarse y el PSOE-A asegura que el problema «ha durado dos horas».
SEVILLA- Quinta crisis de Gobierno en apenas tres años. La dimisión de Luis Pizarro como consejero de Gobernación y Justicia precipitó ayer una nueva remodelación del Ejecutivo de José Antonio Griñán, la quinta en lo que va de legislatura. La última vez que el presidente de la Junta tuvo que acometer esta tarea fue en octubre de 2010, cuando Rosa Aguilar fue nombrada ministra de Medio Ambiente, Rural y Marino. Anteriormente, Griñán remodeló dos veces su Ejecutivo –tras cederle Chaves el testigo de la Presidencia de la Junta y convertirse en secretario general del PSOE-A– y Chaves hizo lo propio al inicio de la legislatura debido a la marcha de Mar Moreno a la Ejecutiva federal del partido. Igualmente, el sustituto de Pizarro, Francisco Menacho, será el cuarto consejero de Justicia desde 2008.
La dimisión desató ayer una cascada de reacciones en la oposición, que coincidió en criticar la «descomposición» del Gobierno andaluz a causa de los constantes escándalos y los problemas internos del PSOE. Para el presidente del PP-A, Javier Arenas –que participó en un acto de apoyo a la candidata popular a la Presidencia del Principado de Asturias, Isabel Pérez-Espinosa– el problema «no es la dimisión de un consejero, sino el Gobierno en descomposición y el presidente de la Junta, incapaz de afrontar la crisis».
A su juicio, con este abandono «se abre la crisis política más importante que ha vivido nuestra autonomía». «Es un auténtico drama para la sociedad andaluza que tengamos récord de paro, rércord de escándalos y récord de desgobierno y de cambios de gobierno», aseguró, una situación que se traduce en una crisis política «muy profunda» y en un Ejecutivo «muy agotado». Todo ello «mientras estos señores discuten de sillones y cargos, no ocupándose de salir de la crisis». Arenas recordó que a la dimisión del número tres del Gobierno andaluz se añade a la del ex vicesecretario general del PSOE-A, Rafael Velasco, y «al gran escándalo de los ERE y, lo más importante, al millón de parados con los que cuenta Andalucía». Sobre las razones que han llevado a Pizarro a tomar esta decisión, subrayó que «las tiene que explicar él».
Por su parte, el coordinador regional de IU, Diego Valderas, defendió que la dimisión justifica un adelanto electoral. En su opinión, la marcha de Pizarro pone de manifiesto la «incapacidad y falta de solvencia del Gobierno andaluz para dar respuesta a los problemas de esta tierra». Por tanto, el Ejecutivo de Griñán está actualmente «atenazado, fuera de juego, encerrado en sí mismo y volcado en luchas internas y dimisiones». Para Valderas, el de ayer fue un «día negro» porque se produjo una «pésima noticia económica» –relativa a la subida del paro–, que se suma a una «mala noticia institucional».
Quien no quiso valorar el asunto fue Griñán, que abandonó rápidamente la sede regional del partido sin hacer declaraciones, a pesar de la gran expectación mediática existente. En su nombre, la secretaria de Organización, Susana Díaz, echó balones fuera y aseguró que la Ejecutiva del partido «no tiene que valorar ceses ni nombramientos», aunque sí remarcó que el problema «ha durado prácticamente dos horas», en referencia al anuncio del sustituto de Pizarro. Sobre su dimisión, señaló que «es una persona con una amplia trayectoria y valía personal en el partido».
El secretario general del PSOE de Cádiz, Francisco González Cabaña –afín a Pizarro, con el que apoyó también la opción de Fustegueras para la Alcaldía de Jerez al margen de la dirección regional del partido– se limitó a expresar su «total apoyo» al ex consejero.
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