Red Bull McLaren y el resto

«Tenemos que jugar al ‘‘catenaccio''». Las palabras son de Stéfano Domenicalli, jefe de Ferrari, y se refieren a su forma conservadora y resignada de afrontar el Gran Premio de Malasia. El Ferrari de Alonso es muy inferior a los Red Bull y McLaren y por eso no les queda otra que salir a carrera y esperar el fallo de sus rivales o que la lluvia provoque una prueba caótica e iguale las fuerzas mecánicas. De otra manera, el asturiano lo tiene muy difícil. Durante la sesión de clasificación, Vettel y Hamilton protagonizaron un pique espectacular en el que Alonso nada tuvo que decir. El español se esforzó al máximo para conseguir un quinto puesto que sabe a poco. De momento es lo que hay.

Vettel logró su segunda «pole» del año y Hamilton se quedó con la segunda plaza y dio muestras de que la carrera no será un paseo para el alemán. La prueba puede convertirse en un mano a mano estratégico entre ambos pilotos a menos que la lluvia aparezca. En este caso, el abanico de posibilidades se ampliaría incluyendo a Alonso como uno de los favoritos. El Ferrari no está en la misma división que Red Bull y McLaren y eso resta posibilidades al español, que, además, gracias a su maestría al volante, no hace sino maquillar el mal rendimiento del monoplaza. El bicampeón del mundo lo sitúa más adelante de su posición real. Su compañero Massa quedó dos puestos más atrás, pero fue medio segundo más lento que Alonso. Claro síntoma de que algo no va bien en el F150 Italia.

Las dificultades en la sesión de clasificación son evidentes. Incluso en la tanda definitiva, Alonso, con un único neumático blando nuevo disponible, debió jugarse a una carta su vuelta rápida, mientras el resto de rivales, que hicieron sus deberes en las otras tandas, usaron dos juegos de neumáticos y disfrutaron de dos intentos para lograr su mejor marca. En Ferrari el futuro inmediato no pinta nada bien. Al menos hasta el Gran Premio de Turquía, dentro de un mes, el coche no será competitivo.

Ferrari sigue inspirándose en el Red Bull
El monoplaza de Ferrari no se muestra competitivo un año más. Ni siquiera posee el carácter innovador necesario para creer que el posterior desarrollo del coche permita dar un salto cualitativo importante. Su creador, Aldo Costa, reconoció ayer en Sepang que, al margen de incorporar ya una solución sobre la forma de reconducir los gases del escape empleada ya en Red Bull, también están investigando la forma de conseguir la misma flexibilidad del alerón delantero del coche de Vettel y Webber. Todo sea por alcanzar un rendimiento similar al RB7.