Presentación

La moda les vuelve locos

Balmain despide a Christophe Decarnin, que se suma a la lista de modistos «devorados» por la pasarela

Christophe Decarnin
Christophe Decarninlarazon

Algo sucede en el microcosmos de la moda cuando en sólo tres meses hay que lamentar tres bajas de renombre. Dior ha tenido que prescindir de John Galliano. Cacharel ha preferido no renovarle el contrato al prometedor Cédric Charlier. Y ahora la mítica Balmain pone a Christophe Decarnin, artífice del nuevo reverdecer de la marca, en la calle. Aunque esta salida se veía venir. Algo hizo sospechar, y no de muy buen augurio, la ausencia del creador durante el último desfile en la Fashion Week de París con motivo de la colección Otoño-Invierno 2011-2012. No es habitual que el director artístico de una firma falte a la puesta en escena de su obra. La casa alegó cansancio y sobrecarga de trabajo para justificar que el estilista se quedara en casa. Sin embargo, y al tiempo, los rumores sobre su supuesta depresión se disparaban. También acerca del deteriorado estado físico que presentaba y la demacrada imagen mostrada en sus más recientes apariciones.

Ayer todo fueron elogios por parte de la «maison» en la que ha pasado los últimos seis años y que gracias a él y a su estilo rock-chic ha resucitado tras los bandazos dados con el adiós de Oscar de la Renta en 2002, que se despedía tras una década de gloria, y la quiebra a la que se vio abocada dos años más tarde.

El «éxito de los últimos tiempos» es obra de Decarnin y del «conjunto del estudio de creación», reconocía el director de Balmain, Alain Hivelin, en un comunicado que evita los detalles sobre las condiciones del despido del estilista cuyo sucesor, según la casa, se dará a conocer en los próximos días. De momento, no hay muchas quinielas, porque el siempre bien informado «Women's Wear Daily» estadounidense asegura que el candidato a tomar las riendas forma parte de la cantera interna de la marca, fundada en 1945, y que hace unos años abandonó la alta costura para centrarse en el prêt-a-porter y las licencias.

Al parecer, Decarnin no ha sabido sobrellevar la salida de su mano derecha, Emmanuelle Alt, consultora de Balmain, y recientemente nombrada directora editorial de «Vogue France» en sustitución de la revolucionaria Carine Roitfeld. Aunque puede estar satisfecho por haber conseguido modernizar la imagen de uno de los emblemas de la elegancia francesa respetando el corte tradicional y confiriéndole un aura más sexy y atrevida.

Los vestidos-mini, las chaquetas de hombreras puntiagudas, los jeans ultra-ceñidos –a más de mil euros el par–, o los bordados «horror vacui» en blazers de corte militar han hecho las delicias de «celebrities» como Sharon Stone, Demi Moore, Victoria Beckham o Rihanna. A la espera de que alguien continúe su obra, su puesto queda vacante al igual que en Dior, donde reemplazar a Galliano, despedido por proferir insultos antisemitas y en espera de juicio cuya fecha se conocerá el próximo doce de mayo, está resultando un rompecabezas. Otra plaza libre: Cacharel. El joven belga Cédric Charlier todavía no se explica por qué la empresa a la que ha hecho duplicar su facturación en sólo dos años ha decidido no renovarle. Es evidente, algo sucede en el microcosmos de la moda… ¿pero qué?


Despidos en cadena
25 de febrero de 2011
Dior le cortó las alas a su carismático director artístico después de que John Galliano profiriese insultos antisemitas a una mujer. Tras la cesión de su cargo en la casa francesa se convirtió en el primer genio de la moda que se desplomaba.
29 de marzo de 2011
Cacharel decidió prescindir de Cédric Charlier después de cuatro años diseñando su línea de prêt-à-porter. Posiblemente la firma esté pensando en unificar todas sus líneas (prêt-à-porter, niños, decoración y perfumes) en un único diseñador.