OPINIÓN: El velo integral en España

El burka es considerado por los musulmanes como un elemento de identidad en ocasiones religiosa y en otras cultural. Siendo esto así, quienes están a favor del mismo pueden afirmar que están en presencia del ejercicio de derechos fundamentales contenidos en nuestro texto constitucional, concretamente, la libertad religiosa o la libertad de expresión. Pero no pueden olvidar que todas estas libertades tienen sus límites, como la libertad de los demás y el orden público. Estamos en presencia del ejercicio de derechos que no preservan los citados límites, lo que supone que el burka debe prohibirse a través de la ley. Todo ello es compatible, además, con la posición que de forma reiterada ha manifestado el Tribunal Europeo de Derechos Humanos cuando ha destacado que a través de la ley es posible limitar el ejercicio de determinados derechos, por ser los mismos concreción de medidas necesarias y legítimas en las sociedades democráticas para proteger los derechos y libertades de terceras personas, el orden público y la seguridad pública. Este tipo de velo no debe ser entendido por las mujeres musulmanas como un elemento de identidad que intensifica el sentimiento de pertenencia al Islam. El burka excluye a la mujer de la sociedad en la que reside y se constituye en una manifestación clara del integrismo que refuerza la exclusión. Con el fin de preservar la identidad de los principios y valores constitucionales que asumió nuestro Estado en el texto constitucional se hace necesaria la adopción de medidas legislativas que prohíban llevar burka en espacios públicos. Para ello y siguiendo el modelo francés, es imprescindible antes de la entrada en vigor de la ley llevar a cabo encuentros con todos los colectivos musulmanes, pero sobre todo, con las mujeres. Es necesario que la mujer musulmana sea consciente de que el burka no va a suponer su emancipación sino todo lo contrario.