Absoluta mayoría

El principio del fin comenzó a vivirse el jueves en el Congreso. La huida hacia ninguna parte ha concluido. Ahora todo el mundo sabe lo que ocurre. La UE nos ha dejado sin razones y el FMI sin respuestas. Hasta hace poco, Zapatero proclamaba a los cuatro vientos el comienzo de la recuperación gracias a esa décima de crecimiento del primer trimestre de la que nunca más se supo. No hay que ir más lejos para encontrar lo dicho y hecho. Y además, la hemeroteca no le da ningún respiro. La Presidencia española de la UE no ha servido más que para gastarnos lo que ni siquiera nos quedaba. España no ha sido Grecia hasta que el jueves el portavoz de CiU nos sacó a todos del espejismo. Zapatero va a recortar su Gobierno a finales de este mes. Tiene que taponar la pérdida de credibilidad que va para hemorragia en la femoral. La encuesta de La Razón nos muestra un Gobierno mitad abrasado y mitad gastado. Chaves, Moratinos, Salgado y Aído deberían irse ya. Otros ven el luminoso de salida al final del pasillo. Y el resto, como De la Vega, Blanco, Sebastián y Rubalcaba se reparten el honor de ser los encargados de apagar la luz de este Gobierno tras las próximas elecciones. La absoluta mayoría del Ejecutivo está desaparecida y sin haber combatido. Se han entregado a la crisis sin reconocer su existencia. Los próximos meses nos traerán más apreturas y disgustos. Zapatero confía en su olfato y en su capacidad táctica para salir de esta emboscada, pero ya no controla el ritmo ni la velocidad.