Crisis del PSOE
El PP pasa la página de Cascos y cierra filas con Rajoy
Si Francisco Álvarez Cascos tenía alguna esperanza puesta en el Comité Ejecutivo que ayer celebró el PP, se equivocaba. Aunque lo más seguro es que no la tuviera, por poco que esté al tanto de cómo andan las cosas dentro de su partido.
Micrófono en mano, y sobre todo en privado, aún hay algún osado que se atreve a llevar la contraria al argumentario oficial, que en este caso, como informó este periódico, se ha decantado por ignorar al ex ministro, no entrar en sus «provocaciones» ni alimentar la guerra de declaraciones. Y así se cumplió en la Ejecutiva.
De puertas adentro Mariano Rajoy no tiene hoy quien le tosa y la crisis en el PP asturiano ha servido para confirmarlo. Los «barones» coincidieron en avalar el procedimiento de exclusión de Cascos y en apelar al formalismo de que la última palabra en la designación de candidatos la tiene el Comité Electoral Nacional. Y hasta Manuel Fraga le dio la espalda: «Cuando no se es leal a lo más profundo del partido tienes que marcharte».
A puerta cerrada, solo la presidenta del PP de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, pidió la palabra para hablar del caso, midiendo cada coma y cada acento, y en una línea discursiva que no pudo sino ser avalada por el propio Rajoy y por el presidente del PP asturiano, Ovidio Sánchez. Rudi pidió prudencia, sentido común y que no se alimente el cruce de descalificaciones. También elogió la trayectoria de Cascos como secretario general. Y ahí se acaba todo el debate al respecto en el Comité Ejecutivo que moldeó Rajoy en el último Congreso de Valencia y en el que ayer hasta la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, prefirió callar en lugar de reafirmarse en sus adhesiones públicas a Cascos. «Algo habremos hecho mal todos para llegar a esta situación», había asegurado Aguirre en una entrevista en Telecinco antes de la reunión de la «plana mayor». La secretaria general, María Dolores de Cospedal, comunicó en una comparecencia posterior que la decisión de dejar a Cascos fuera de la candidatura asturiana respondió al interés general y del PP. Muy buenas palabras y protocolarias alabanzas a Cascos, pero también sentenció que la dirección nacional no va a poner en marcha ninguna operación para tratar de que rectifique su decisión de dejar el partido. Por supuesto, evitó «polemizar» sobre el cruce de declaraciones entre Cascos y la candidata elegida, Isabel Pérez Espinosa, limitándose a recordar que «comportamientos de ambas partes» están en manos del Comité de Derechos y Garantías, que tiene abierto un expediente.
Conclusión: el PP escenificó ayer que pasa la página de Cascos, al menos de momento y mientras no haya novedades. Y para ello Rajoy siguió centrado en su «libro», es decir, en apelar a la alternativa, en advertir de que el próximo gobierno heredará la peor herencia de la democracia y en convocar a los españoles a un proceso de «recuperación nacional», que haga hincapié –subrayó Cospedal– en lo que nos une.
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