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De película por Blanca Basiano

La Razón
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Que esté atento Santiago Segura porque la «trama de los ERE» da para una nueva entrega de «Torrente». La historia es tan burda y casposa que, de no ser porque los delitos son muy graves, se convertiría en todo un taquillazo.

Ni siquiera hay que hacer casting ni escribir el guión. Basta con fichar a los protagonistas (aunque estén entre rejas) y leerse la declaración del chófer Trujillo. Cada una de sus respuestas haría troncharse a los fans de la famosa saga. Escenas así no tendrían precio. Ya estoy viendo la primera.

En pantalla aparece el ex director de Trabajo Guerrero, con su pose de mafioso, y le encarga que vaya a las Tres Mil Viviendas a hacer la «compra». Y el chófer, ni corto ni perezoso, coge dinero de la caja pública (mejor de ahí que de su propio bolsillo) y vuelve cargado de bolsitas. Ése sólo es el principio. De ahí a mano derecha del capo Guerrero, y manga ancha para irse de juerga y gastarse 25.000 euros al mes en cocaína a cuenta del contribuyente.

Pero como les suele ocurrir a los malos de tres al cuarto, se confían y los acaban pillando. Es lo que tiene hacer desaparecer 700 millones de las arcas de la Junta.

El hueco, que no es pequeño precisamente, se acaba notando. Lo más lamentable es que los villanos de esta historia nunca devolverán lo que han robado a los andaluces. Una pena que el creador de «Torrente» no pueda escribir las últimas líneas de este guión. Aunque lo más seguro es que en la pantalla no aparecería la palabra FIN, sino ERE.