PSOE
Amable Felipe
Últimamente está dicharachero Felipe González, que nos ha dicho que la gente ahora lo quiere, y que, en fin, él pudo matar fuera de la ley en una oportunidad y no lo hizo, y no sabe si acertó. Vamos, que nos quede claro que lo del GAL no estuvo mal, porque ¿acaso no hay que acabar con ETA? A esta falta de principios, González le añade topicazos económicos del pensamiento único, que sostiene que la crisis es culpa de la libertad y de la creencia en los mercados perfectos, pero como los mercados no son perfectos…y suelta más lugares comunes, algunos centenarios como lo de la «economía productiva», que había desaparecido del discurso político desde que lo esgrimió Jordi Pujol hace años. Y la malvada especulación financiera, sigue González, lleva a que los banqueros sean los amos de la industria y no sus servidores, consigna que ya blandieron los fascistas en los años treinta. Habrían dicho lo mismo que González: «la especulación galopa por delante de las decisiones». Esto prueba una vez más la concomitancia de los socialistas de todos los partidos. La solución, por supuesto, es menos libertad, más Estado y más impuestos, no vaya a ser que nos gobiernen los malditos mercados en vez de amables personajes como Smiley, González y demás compañeros del metal que quieren que Europa deje de ser un «enano político». El que, una vez convertida en gigante, convierta nuestra libertad en enana, es algo que no les suscita preocupación alguna.
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