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Sacrilegio en Carabanchel

El cementerio de Carabanchel ha sido el último en el que ha sufrido a los ladrones. Hace dos semanas actuaron en Vicálvaro, pero la Policía los pilló «in fraganti»
El cementerio de Carabanchel ha sido el último en el que ha sufrido a los ladrones. Hace dos semanas actuaron en Vicálvaro, pero la Policía los pilló «in fraganti»larazon

MADRID-Hay individuos que tienen escrúpulos a la hora de delinquir y no sobrepasan ciertos límites, pero, desgraciadamente, los hay que no respetan ni a los muertos. Es el caso de quienes entran a los cementerios a robar. Lápidas, crucifijos de bronce y hasta flores: en un camposanto hay más piezas de valor de las que uno puede pensar a priori y, como el acceso es libre, los delincuentes lo tienen relativamente fácil. Resulta mucho más discreto hacerlo en un cementerio de grandes dimensiones, como en el de Carabanchel, donde las últimas semanas han denunciado el robo de lápidas y crucifijos de la ssepulturas de sus familias.

Los ladrones se llevaron varias lápidas, crucifijos de cobre y bronce, asas de ataúdes, adornos, marcos de las vitrinas y hasta las coronas de flores. Según informaron a Ep fuentes policiales, las lápidas son robadas para venderlas en el mercado negro como futuros columbarios. En cambio, los materiales de cobre o bronce son sustraídos para venderlos de forma ilegal en chatarrerías o fundidoras.

Mafias especializadas
Lo de las flores tampoco es nuevo. Hay mafias que se dedican a robarlas de cementerios o de otros lugares públicos para revenderlas a los floristas ambulantes. Muchas veces incluso son los propios vendedores que se apostan a las puertas de los camposantos quienes entran en los recintos al final del día y recuperan las flores que ellos mismos han vendido junto con ramos que los familiares han adquirido en otras floristerías. Aunque suele ser el 1 de noviembre, día de Todos los Santos, y en días posteriores cuando suelen hacer más negocio, esta práctica se repite durante todo el año en los cementerios de la Comunidad de Madrid.

Pero, además de flores, ahora los ladrones se atreven con más y, sin ningún tipo de respeto, se llevan de los propios nichos cualquier elemento que pueda ser revendible, principalmente, cobre y bronce.

La comisaría de Carabanchel ya ha recibido varias denuncias sobre este tema, aunque los hurtos están siendo generalizados en todos los camposantos madrileños. De hecho, hace 15 días agentes de la Policía Nacional detuvieron a cuatro individuos por arrancar varios crucifijos de bronce de las lápidas del cementerio de Vicálvaro e intentar llevárselos en un saco (en el momento de la dentención llevaban 14 crucifijos dentro). Además, dañaron 13 tumbas. Éstos lo hicieron de madrugada y la llamada de un vecino a la Policía logró detenerlos, pero muchas veces lo intentan a plena luz del día y nadie se da cuenta.