Historia

Jaén

No saben contar golfos

La Razón
La RazónLa Razón

El problema de no saber contar es que luego, en vez de cuatro golfos, te salen treinta y siete y ya la hemos liado. De iletrado pasas directamente a la categoría de mentiroso y todavía tienes posibilidades de seguir ascendiendo en la escala de la memez. La Junta mantenía que todo eso de los ERE era cuestión de cuatro golfos que se lo llevaban por la cara pero que los mecanismos de control existían y funcionaban a la perfección. Todo legal, todo fetén, y materia querellable para quien decidiera llevarles la contraria. Pero entre pasar por mentirosa un milímetro más o hacer de nuevo el ridículo, María del Mar Moreno se ha quedado con lo último. De los cuatro golfos ha pasado a treinta y siete, sin solución de continuidad, y de los controles exquisitos se ha pasado a demostrar que, de ser algo, lo que son es una porquería a tenor de la evidencia. Si María del Mar Moreno es la que se encarga de ellos en la Junta, desde luego, no está para ocuparse de los controles de alcoholemia en la Guardia Civil para que luego nos diga que la gente se los salta.
A la Consejera de Presidencia le ha pasado lo que a los aviones cuando se estrellan y los técnicos se ponen a buscar la caja negra intacta entre el fuselaje, que todo el mundo se pregunta entonces por qué el resto del aparato no lo construyen igual y con ese mismo material con el que fabriquen las cajas. Cualquier golfo, hasta un total de treinta y siete, se saltaba los controles de la Junta y en cuestión de 24 horas se les ha identificado, dejando en evidencia al mismo procedimiento de control incapaz de hacerlo durante diez años. Treinta y siete golfos que no son treinta y siete, sino casi cincuenta, teniendo en cuenta los que ya han tenido que ir a enseñar la patita sucia al despacho de la juez Alaya.


Pero el problema es que cuando se empieza por perder la capacidad de contar, se termina también por tener una repentina pérdida de memoria. Y ahora toca esa fase en la que nadie conoce a nadie y al ex Director General que ha sacado lo del «fondo de reptiles» resultará que nos lo puso una tormenta, al sindicalista de Jaén que pergeñaba las chapuzas lo habrá traído la Alsina Graells y al Mellet de Mercasevilla lo habrán sacado de una gamba. Es el camino que sigue a perder la memoria tras haber perdido la cuenta: que ya sólo queda perder también la vergüenza. De momento son 37, pero ya verán como todavía les van a parecer pocos.