Acabar Europa por José María Aznar Botella

La inyección de liquidez del Banco Central Europeo ha servido para relajar el estrés financiero en la Unión Europea, pero por desgracia también para hacerlo con el impulso reformista en el seno de la Unión. Al BCE se le pueden pedir muchas cosas, que ponga parches tan efectivos como el LTRO, pero no que suplante a los líderes europeos, que son a la postre, los que habrán de culminar la construcción europea.

Esta culminación ha de pasar por restablecer los equilibrios en la Zona Euro y no acabarán las tensiones en Europa hasta que así suceda. Les insisto de nuevo en lo absurdo de la situación en la que se encuentra la periferia europea, que no sólo soporta una tasa de cambio interna a todas luces injusta y claramente inhibidora del crecimiento, sino que además lo hace mientras se financia a tipos sustancialmente más altos que Alemania.
Esta broma pesada se tiene que acabar, pero estamos andando el camino opuesto. Esta semana en una conferencia con inversores, el presidente en España de un gran banco alemán comentaba que había recibido instrucciones de su matriz alemana por la que toda operación de activo en España habría de ser fondeada también en España. Esto es exactamente lo contrario de lo que se pretendía con la introducción del euro y de generalizarse, sin duda acabará con la unión monetaria.

La situación es inaceptable para España y para el resto de la periferia. Se nos exige un gran ajuste para permanecer en el Euro pero, ¿para qué? ¿Para poder seguir importando de Alemania? ¿A cambio de qué? Alemania se tiene que decidir entre acabar Europa o acabar con Europa. Veremos qué deciden con un ojo puesto en Francia. Allí, alguno con grandes posibilidades de ser presidente podría dar el empujón definitivo para que Europa caiga en el abismo.