Australia sufre a la nueva Alemania (4-0)

Al fútbol australiano lo llaman «footy» y a él juegan dos equipos de 18 jugadores. Se puede utilizar cualquier parte del cuerpo para avanzar con la pelota, casi siempre en movimiento, y la velocidad es el principal arma. Un deporte eminentemente físico, pero que se parece poco a nuestro fútbol, en el que el posicionamiento táctico, la combinación, la inteligencia en los movimientos y el remate final son virtudes preciadas que se complementan con el talento natural de cada jugador. Alemania, tres veces campeona mundial, aglutina per se gran parte de las cualidades necesarias para ganar; Australia: ninguna. El combinado de Joachim Loew mostró que detrás de la clásica mentalidad germana se halla una nueva generación hambrienta de triunfos. Australia, un invitado en Suráfrica tras lo visto ayer, se llevó el primer repaso desde que comenzó la gran cita el 11 de junio. Fueron cuatro goles, pero pudieron ser más. Si alguien lo dudaba, Alemania dijo «aquí estoy». El fútbol había aparecido a cuentagotas en los siete encuentros anteriores. Un gol por aquí, una jugada por allá... sólo detalles. Suráfrica llamaba a gritos a España para salir del aburrimiento, pero antes se ha adelantado Alemania. Sólido, convincente, eficaz y, lo más llamativo, vistoso en su juego. Ayudado por un rival generoso en el esfuerzo y poco más, que apenas inquietó en la jugada inicial, con Lahm como salvador, y en el arranque del segundo tiempo, la incertidumbre del partido duró apenas unos minutos, justo el tiempo que necesitó Muller para servir en bandeja el primer gol a Podolski, ese jugador que parece hecho para la selección y cuya mediocre temporada con el Colonia sembraba de dudas. La jugada del gol (minuto 8) avisaba del coladero que era el combinado de Pim Verbeek, en el que su referencia, para más inri, se apellida García. Si los grandes partidos se deciden en el centro del campo, los de relleno de esta fase previa, como era del de ayer, lo marcan los delanteros. Y no porque la pareja Khedira-Schweinsteiger no se mostrara superior, que lo hizo, sino porque la movilidad de Ozil, Muller y Podolski siempre encontraba a ese valor seguro llamado Klose, que va camino de superar al mismísimo Ronaldo como máximo goleador en mundiales. Después de perdonar en dos ocasiones con el pie, acertó con la cabeza a los 23 minutos. El partido había concluido y empezaba un monólogo que se hizo interminable en el segundo periodo para los australianos tras la rigurosa expulsión de Cahill. Muller y Cacau redondearon la noche más brillante de la era post Ballack.

Ficha técnica4 - Alemania: Manuel Neuer; Philipp Lahm, Arne Friedrich, Per Mertesacker, Holger Badstuber; Bastian Schweinsteiger, Sami Khedira, Mesut Özil (Mario Gomes, m.74), Thomas Müller, Lukas Podolski (Marko Marin, m.81), Miroslav Klose (Cacau, m.68). 0 - Australia: Mark Schwarzer; Luke Wilkshire, Craig Moore, Lucas Neill, Scott Chipperfield; Brett Emerton, Jason Culina, Vince Grella (Brett Holman, m.46), Carl Valeri, Tim Cahill, Richard García (Nikita Rukavytsya, m.64). Goles: 1-0, m.8: Podolski. 2-0, m.26: Klose. 3-0, m.68: Müller. 4-0, m.70: Cacau. Árbitro: Marco Rodríguez (México). Tarjetas amarillas: por Alemania, a Özil y a Cacau; por Australia, a Craig Moore, Lucas Neil y Carl Valeri. Roja directa a Cahill (m.57) por una entrada a Schweinsteiger. Incidencias: partido del grupo D, disputado en el estadio Moses Mabhida de Durban ante unos 60.000 espectadores.