América

Argentina

ANÁLISIS: Una escalada bélica por Benjamin Harris

La Razón
La RazónLa Razón

Argentina ha vuelto a reabrir el debate sobre la soberanía sobre las Malvinas. ¿Por qué?
–La cuestión de la soberanía de las Malvinas (Falkland, en inglés) se resolvió con un amargo conflicto, por lo que los argentinos se sienten aún desheredados. El reciente crecimiento económico de Argentina y el descubrimiento de yacimientos de petróleo en el archipiélago han renovado el debate en Argentina. En cualquier caso, en Occidente hemos superado la era en que los asuntos se decidían de modo autocrático, sin el concurso del pueblo. Es la población de las islas la que debe decidir sobre qué nacionalidad tendrá su gobierno.

¿Puede pedirse un referéndum?
–Si los isleños reclaman un referéndum, como han pedido recientemente los escoceses, el Gobierno británico iniciaría los trámites para facilitar esa consulta popular.

¿Estamos ante un nuevo episodio de tensión?
–En la primera mitad del siglo XX, Argentina era el principal socio comercial de Gran Bretaña. Es una verdadera pena que se haya olvidado esa época. Ahora que la economía iberoamericana está despegando, sería un buen momento para recuperar las relaciones comerciales entre Argentina, Reino Unido y la UE. En los últimos años había remontado el comercio, pero el boicot de Mercosur a las embarcaciones de las Malvinas ha renovado la tensión.

¿Puede este incidente terminar con un conflicto militar, como ocurrió hace treinta años?
–El despliegue de las Fuerzas Armadas británicas no es una decisión que se tome a la ligera. El primer ministro, David Cameron, tomará esta decisión una vez que se hayan agotado todas las vías diplomáticas. Como en cualquier otro territorio, si estuviera en peligro la vida o el sustento de vida de los británicos, la opción militar se usará en su robusta defensa.

En 1982, Thatcher ganó popularidad con el conflicto. ¿Cómo afectaría a Cameron?
–La postura que mantendría Cameron sobre una intervención militar si están amenazados los intereses nacionales sería similar a la de Thatcher. Los dos compartirían esa visión firme sobre la necesidad de defender los principios de libertad y democracia. El «premier» ganará popularidad si muestra una decisión del uso de la fuerza sobre las Malvinas, pero también si la controversia se resuelve con una negociación.

 

Benjamin Harris
Presidente del «think tank» Bow Group