Otra tregua trampa

Otro comunicado de ETA. Otro alto el fuego que romperá cuando quiera. Otro intento de internacionalizar la barbarie enmascarándola en un inexistente conflicto político. Más de lo mismo. ETA no es más que un anacronismo histórico que mantiene vivo un grupo de asesinos, alrededor de una treintena; los centenares de presos y sus familias y un sector minoritario de la población vasca que no acepta el resultado de las urnas. El único comunicado que se puede aceptar es la rendición incondicional y la asunción de responsabilidades por los crímenes cometidos. Nada más. El Gobierno y el PP aciertan con su posición de firme rechazo ante este nuevo intento de chantaje de la banda. La cuestión de fondo es que busca recuperar la presencia en las instituciones por medio de la legalización de una renovada Batasuna, que seguirá siendo una marioneta en manos de los pistoleros. No hay otro camino que la derrota de ETA. La banda está profundamente debilitada y sabe que su horizonte es la cárcel.