Nueva York
Javier Hidalgo sale con una ex de Ronaldo por Jesús Mariñas
La nostalgia no es un error. Eso debe de pensar también Raica Oliveira, famosa por haber sido novia de Ronaldo, no el actual que anuncia slips de Armani, reenganchada con el impenitente rompecorazones que es Javier Hidalgo. Se les vio de la mano, amartelados, más pendientes el uno del otro que del desfile al que acudieron. Formaban grupo con Dani Omedes, ex de Ariadne Artiles, que ahora sale con una americana más aparatosa y de aire universitario, porque la vida continúa. «Ariadne y yo tenemos una buenísima relación.
Lo nuestro no funcionó por culpa de las distancias. Ella prefería vivir bajo los rascacielos de Nueva York», justifica entusiasmado, siempre protegiendo a su representado Fernando Verdasco. También Israel Bayón, ex de Vicky Martín Berrocal, estrena conquista. Ahora se deja ver con Cristina Sáinz, hija de un ex Pekenike, apodado «El púas» y casi sobrina de Isabel Preysler porque su madre es filipina y pariente de «madame Porcelanosa».
Son amores de principios de temporada que prometen. Galanes eternos que siempre están en primera línea al acecho de una conquista sentimental, acaso buscando un acomodo permanente. Alonso Aznar (que no dejaba de decir «¡qué vergüenza!», cuando se vio acosado por los flashes) también se dejó ver en las primeras filas vips junto a Alfonso de Borbón y su hermana Alejandra, ahora interesada en la moda. Se imponía un cambio generacional desde que ya no acuden a estos actos la marquesa de Tamarit, la Romanones o una Cuqui Fierro cada vez más apegada a su finca portuguesa. Llega el relevo con Blanca Suelves, que acudió con su hija Blanquita, Marta Barroso, espléndida a sus 46, con María, ya quinceañera, y Arancha de Benito, siempre echándose el melenón sobre la cara acompañada de Zaida y Begoña Trapote de su hermana Mar. La pareja de Felipe González lució más delgada y apenas la reconocieron.
Me precisan cómo ocurrió el enfado de la Infanta Elena, que increpó a un fotógrafo cuando, acompañada de su hija, se disponía a disfrutar de una jornada a caballo. Ella ignoraba que la escena era filmada desde el interior por otra «paparazzi», también a la caza y captura. De ahí su casticismo y arrojo, cada vez se parece más a La Chata, con ese aire jaranero y popular.
✕
Accede a tu cuenta para comentar