Europa

Energía eléctrica

El «facturazo» de abril se lleva de golpe 68 euros del sueldo

A diferencia de la «cuesta de enero», la de este mes no se ve compensada con subidas de sueldo.

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Madrid- Si ya de por sí resulta difícil tener que convivir cada principio de año con la conocida como «cuesta de enero», tener que hacer frente ahora a otra subida generalizada de las tarifas de la luz, el gas o la hipoteca va a suponer un duro mazazo para la economía doméstica de miles de familias españolas. Castigados por varios años de intensa crisis, los hogares se encuentran ahora con otro incremento que, al contrario de lo que ocurre a principios de año, no será paliado por incremento salarial alguno. La consecuencia es que, de golpe y porrazo, el «facturazo» de abril se puede acabar comiendo 68 euros más al mes de unas nóminas ya menguadas por sucesivos incrementos impositivos como los del IVA. O, lo que es lo mismo, el 5% de un sueldo medio de 1.328 euros.

Hipoteca
Más de la mitad de este nuevo golpe a la economía doméstica es consecuencia del alza de las hipotecas. Desde hace varios meses, el euribor, el índice al que están referenciados la mayoría de los préstamos hipotecarios en España, ha iniciado una escalada sostenida. Los expertos sostienen que el índice, que acostumbra a moverse parejo a los tipos de interés, lleva un tiempo descontando la subida de tipos que el Banco Central Europeo planea realizar en su próxima reunión. De momento, en marzo cerró en el 1,924%. La consecuencia es que la cuota de una hipoteca media de 120.000 euros a pagar en 35 años y con un tipo de interés de euribor más 0,8% se encarecerá 45 euros al mes. Eso, para los que tengan que revisarla en abril. Aquellos que vayan a hacerlo en los próximos meses tendrán un panorama todavía más sombrío. El euribor seguirá subiendo y algunos analistas incluso creen que podría cerrar el año en el entorno del 2,8%, lo que dispararía el recibo hipotecario unos 1.500 euros al año, 125 al mes.

El encarecimiento de la energía también está afectando de forma notable a la factura doméstica. La tarifa eléctrica de último recurso (TUR), la única que fija el Ministerio de Industria y a la que pueden acogerse consumidores con una potencia contratada inferior a los 10 kilowatios, no subirá por el momento. Sin embargo, no todo el mundo se librará de pagar una factura eléctrica más elevada. La luz subirá más de un 10% para todos aquellos que tengan más de 10KW de potencia contratada y para buena parte de los tres millones de consumidores domésticos que disponen en la actualidad de un contrato de electricidad en el mercado libre. Según cálculos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la subida equivaldrá a entre 40 y 100 euros más al año, lo que supondrá una media de unos 5,8 euros al mes.

Lo que sí subirá para todo el mundo es el gas. Como consecuencia del incremento del 10,65% del precio de esta energía, la TUR 1 (tarifa que incluye el consumo de agua caliente y cocina) ha subido un 3,3%, lo que supone un incremento mensual de 0,57 euros. La TUR 2, a la que están acogidos aquellos clientes que además usan el gas natural para calefacción, ha aumentado un 4,3%, lo que representa un incremento medio mensual de 2,31 euros. La media de ambas subidas es del 4,1%, lo que se traduce en un alza media mensual de 1,44 euros en la factura.


Butano
Los que todavía tienen gas butano en sus hogares también habrán de rascarse algo más el bolsillo. El departamento de Miguel Sebastián ha subido el precio de la bombona un 6% desde el pasado viernes. Ahora, el envase medio de 12,5 kilogramos después de impuestos cuesta 13,87 euros, 68 céntimos más que hasta la fecha.

Llenar el depósito de combustible del coche también se ha encarecido en el último mes. Marzo arrancó con el litro de gasolina a un precio de 1,31 euros y el del gasóleo a 1,27. Ahora están a 1,33 y a 1,28 euros, respectivamente. La consecuencia de estos aumentos es que llenar dos depósitos de gasolina al mes de 50 litros cuesta ahora dos euros más que a principios del mes pasado. Y los precios seguirán altos. La revuelta de Libia ha disparado el precio del barril de petróleo Brent, el de referencia en Europa, hasta casi 120 dólares. No porque Libia, que apenas bombea el 3% del crudo mundial, pueda poner en peligro el abastecimiento de occidente, sino porque los mercados temen que los disturbios se extiendan a otros países con mayor peso en la producción mundial, como Arabia Saudí, lo que sí supondría una importante amenaza para el suministro. Ese temor es el que está empujando al alza los precios.

Este incremento de los carburantes está teniendo un efecto muy importante en el precio de uno de los bienes de primera necesidad de las familias, los alimentos. Después de tres años a la baja, sus precios se están incrementando. Y algunas cadenas de supermercados ya han manifestado que no les va a quedar más remedio que subir los precios de sus productos para enjugar este encarecimiento de los combustibles. Un incremento que podría alcanzar, según algunas estimaciones, los 14 euros al mes.