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La paz del trifloro

La Razón
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Lunes, 24: sospecha
Considero que no debe de ser agradable vivir bajo sospecha. O ser sospechoso de algo, siendo inocente. Es el caso de Lance Armstrong. Su cruz mientras viva: ¿de verdad ganó el Tour siete veces sin ayuda alguna de nada ni de nadie? Ha «colgado» para siempre la bicicleta, pero nunca descolgará de su biografía la sombra de la sospecha.

Martes, 25: Marta

Veo a Marta Domínguez en Veo 7 con P. J. Ramírez. Cada vez que P. J. le formula pregunta con ácido sulfúrico, fijo atentamente la mirada en los ojos de Marta. Y los ojos de Marta, sin pestañear, sonreidores, saltan limpiamente los obstáculos del nada amical interrogatorio. Seguridad, flema, conciencia «sin pecado». Me digo: «No miente». Quiero creer, tras escucharla, que la palentina no ha mentido; quiero creer, sencillamente, que sigue siendo la mejor atleta española de todos los tiempos.
–¿Y si realmente nos ha engañado a todos?
–Como todavía es joven, le sugeriría que cambiase las pistas por las candilejas.
Imputación, putada que algo queda.

Miércoles, 26: Adebayor

Adebayor era el Benzema de Mancini, de igual manera que Benzema es el Adebayor de Mourinho. Simpatizar o no simpatizar: he aquí a veces la cuestión. ¿Qué va a hacer ahora Mourinho con los 35 millones de euros de Benzema? ¿Exhibirlo «colgado» en el banquillo en plan pieza de joyería humana? Adebayor no ha encajado en el Manchester City por su estilo de juego (eso cuentan los periódicos ingleses) y por el estilo de su picudo carácter, lo cual hace que germine esta otra pregunta: ¿por qué, cuando se ficha a un jugador, además de hacerle el rutinario reconocimienmto médico, no se le somete también a reconocimientro psicológico por si las moscas es de carácter díscolo o rarete? El hombre es físico y mente. ¿Acaso no? Adebayor viene poco rodado. Nueva interrogante por consiguiente: ¿logrará el gigantón africano adaptarse «en tiempo, poco tiempo» al juego de su nuevo equipo y a los modos del aislacionista Mourinho (ha aislado a Jorge Valdano). Por culpa de la asignatura «Adaptación y Ambientación», como se sabe, hay jugadores que no aprueban en junio ni tampoco a veces en septiembre.

Jueves, 27: pizca

Es peligroso asomarse al exterior (Jardiel Poncela) y es peligrosísimo subestimar las pizcas. En el deporte, las pizcas de centésimas o milésimas dan o quitan títulos, y en fútbol, como no hay ojo de halcón, ahí está,como ejemplo de pizca, el gol anulado al sevillista Luis Fabiano. ¿Gol fantasma por una pizca? ¿Traspasó totalmente el balón la linea blanca, no la traspasó? Para los madridistas, como es natural, el balón no entró, y para los sevillistas, como es también natural, sí entró: es la dialéctica del fútbol, sin la cual el fútbol moriría.
Una pizca de clembuterol (sustancia dopante) pone hoy contra las cuerdas de la sanción a Alberto Contador. Él es a los pedales lo que los pies de Messi son al balón. Contador jura hasta en arameo (el idioma de Jesús,y Jesús dijo que no hay que jurar en balde) que él es inocente, pero una pizca de clembuterol refuta «analíticamente» su juramento. ¡Malditas pizcas!

Sábado, 29: trifloro

Despejadas las equis del trifloro madridista Florentino-Valdano-Mourinho. La cosa queda así: el Real Madrid es la presidencia y la chequera de Florentino Pérez. Mourinho deja de «juntarse» para siempre con el adjunto a la presidencia Jorge Valdano.
Y José Mourinho, emancipado del adjunto a la presidencia, exclama al fin para sí: «Ya soy, técnicamente, el camino, la jerarquía y el status quo del equipo». La paz de Dios sea con el trifloro del Real Madrid.