Murcia

Yo primero

La Razón
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Felizmente España es uno de esos países donde los poderes fácticos, por muy poderosos que se crean, han dejado de influir en los gobiernos hasta el extremo de poner y quitar a algunos de sus gobernantes. Y, la Región de Murcia, que uno sepa, también es España, pese a que todavía existan ciertos poderes instalados en la ingenua creencia de pensar que ellos solos se bastan para condenar a elevar los altares a sus preferidos en el poder. Nuestra democracia está curada de excentricidades que sólo dejaremos para quienes quieran vivir de ellas, como quien toma el sol o la sombra a su libre albedrío. Viene a cuento este asunto porque estos días asistimos a una pelea con sordina entre algunos medios de comunicación sobre quién se pronunció primero del inminente nombramiento de Juan Bernal como sustituto de Marín al frente de Economía y Hacienda, y, sobre todo, si éste será o no el llamado a sustituirle al frente del Ejecutivo regional en dos o cuatro años. Valcárcel es un hombre de verbo acertado y acerado, de los que no suele hablar si no toca y, aunque toque, sólo lo justito. Por eso el nombramiento de Bernal estaba en la recámara, como lo están también y mucho más si cabe, sus intenciones futuras sobre la llamada «sucesión». Decir que el nombramiento de Bernal lleva aparejado su camino a la presidencia del Gobierno regional no es más que una pura entelequia, que podría ser o no cierta Aristotélicamente hablando, pero pura entelequia. Tanto Bernal, como Cámara, como desde el primer portavoz del PP hasta el último militante del partido saben que mucho antes que un medio se sabrá intramuros ese designio y con antelación más que sobrada. Pero da juego para especular y llenar periódicos, que es en lo que estamos, especialmente en el ¡yo, primero! Luego vendrán los capítulos sobre los forcejeos entre Cámara y Valcárcel, o entre éste y los alcaldes, o de los grupos de presión de unos contra otros, y todo, para evitar que Bernal, que es el mejor sustituto de Marín frente a la crisis se centre en su trabajo que bastante tiene.