FC Barcelona

Barcelona

La Copa de Abidal

Puyol entrega el brazalete de capitán al francés, que fue titular, y le permite coger primero el trofeo después de superar un tumor

abidal
abidallarazon

Abajo, en el césped, todos buscaban el abrazo con Leo Messi, la carantoña al nombrado hombre del partido. El argentino reía a gusto por fin, satisfecho por el trabajo. Tardó en unirse a la piña con sus compañeros, porque estaba saludando a Rooney, que aceptó la mano con resignación. Arriba, después de 107 escalones, no los 39 del viejo estadio, esperaba la Copa de Europa, la «orejuda». Los jugadores del Manchester pasaron, pero no la tocaron. Chicharito casi se escapa incluso de coger la medalla de subcampeón. Platini se lanzó para ponérsela al cuello. Después le tocó el turno al campeón. Guardiola delante, dando la mano a los aficionados que se la tendían; los jugadores detrás. Y entre ellos, sorpresa, el brazalete de capitán en el brazo de Abidal. Puyol le permitió vivir ese momento, ser el primero que coge el trofeo, el momento de mayor euforia de la noche.

Era un homenaje para el hombre que fue titular por sorpresa. Quizá sea mucho decir que esta final le haya ayudado a vencer un tumor en el hígado, son palabras mayores, pero en su recuperación lo tenía en mente, seguro. El francés ya pensaba en regresar a Wembley cuando en noviembre jugó un amistoso con su selección ante Inglaterra. Dejó una nota escrita en la taquilla: «Volveré en mayo para la final». Volvió y ganó. Abidal estaba motivado y Guardiola utilizó esa enfermedad para motivar al resto de la plantilla. Hacer de lo malo algo bueno. El francés jugó desde el comienzo y levantó la Copa entusiasmado, más incluso que cuando se dio golpes en el pecho para responder al cariño de la afición. Abidal fue el primero en sujetarla. «Ha sido idea de Puyol y de Xavi, sobre todo de Puyol», confesó Guardiola. «Ha aceptado no jugar y además ha tenido ese gesto que creo que nos hace más fuertes», dijo Pep. «Llevaba varios días pensándolo, pero no he dicho nada porque primero había que ganarla. A Abidal se lo he dicho en el césped», aseguró el capitán del Barcelona vestido con una camiseta de ánimo a Miki Roqué, el jugador del Betis que acaba de ser operado de un tumor.

Abidal recibió la copa y Messi fue el encargado de bajarla hasta el campo. También se lo merecía después de su actuación. Salió con ella en la cabeza y Wembley, o la mitad de Wembley, porque la otra mitad estaba llena de asientos vacíos, estalló de nuevo.
Entonces comenzó la vuelta de honor, el baile de los brasileños del Barça y la «orejuda» pasando de mano en mano. Nadie la rompió, al menos de momento, aunque Pinto la lanzaba por los aires para que cayera en las manos de Milito. Mientras, Piqué empezó a cortar trozos de red para quedárselos de recuerdo, y acabó con la portería entera a cuestas. Mientras, los aficionados barcelonistas empezaron a corear a Guardiola, y los jugadores respondieron manteándole.

La típica sardana fue amenazada cuando los aspersores empezaron a funcionar. ¿Recuerdan?, como cuando «Mou» venció en el Camp Nou en semifinales del curso pasado. Pero nadie tenía ganas de abandonar el campo y la fiesta de la Copa se convirtió en la fiesta del agua. Así comenzaron los festejos de la cuarta Liga de Campeones del Barça. La que Abidal jamás olvidará.

A esas horas, Barcelona ya se había echado a la calle para celebrar el triunfo. Pero la fiesta, la de verdad, había comenzado en el césped de Wembley. Otra vez Wembley. Como en el principio.


Ferguson: «Nadie nos dio una paliza así»
Alex Ferguson se comportó como un caballero, como un Sir, al analizar la derrota: «No es vergonzoso perder con el Barcelona. Cierto que esperaba hacerlo mejor, pero hay que reconocer que fuimos vencidos por un equipo mejor. El mejor al que nos hayamos enfrentado. Nos hipnotizaron con su juego de pases. Nunca controlamos a Messi... Muchos equipos en las últimas temporadas pueden decir lo mismo. El Barcelona es el mejor equipo al que nos hayamos enfrentado. Nadie nos había dado una paliza así. Nuestro reto ahora es mejorar y mejorar. Seguro que podremos hacerlo la próxima temporada».