Cerco a la corrupción
El portavoz del PSOE valenciano dio uno de cada cuatro contratos al empresario del Brugal
El hoy portavoz del PSPV en as Cortes valencianas, Ángel Luna, adjudicó 75 contratos a la empresa Ortiz e Hijos, propiedad del empresario Enrique Ortiz –imputado en la trama Brugal-, durante su etapa al frente del Ayuntamiento de Alicante 1991 a 1994. Es decir, uno de cada cuatro euros gastados en adjudicaciones municipales en esos años recalaron en la empresa de Ortiz.
El valor total de las mismas superó entonces los 1.200 millones de pesetas, es decir 7,2 millones de euros. El promedio del valor de las adjudicaciones que no recibió Ortiz no supera los 30 millones de pesetas por empresa (180.000 euros).
En el año 1994, el último que Luna completó como alcalde, las adjudicaciones a Ortiz supusieron el 52 por ciento del total, con 37 contratos. Es más, el día 30 de diciembre el alcalde Luna adjudicó trece contratos por un total de 220 millones de pesetas.
Durante el mandato del síndico socialista eran frecuentes los fraccionamientos de los contratos, práctica que evita la licitación pública. De hecho, la remodelación de la Explanada se fraccionó en siete contratos, que sumaban un total de 404 millones de las antiguas pesetas. En otras ocasiones, Luna aprobó contratos con proveedores de similar naturaleza aunque distanciados en el tiempo, pese a que ambas adjudicaciones recayeron en la misma empresa, como es el caso de la madera para la plaza de toros o el pavimento de seguridad para zonas de juegos de niños. También hizo algo similar con el mantenimiento de las zonas ajardinadas de los colegios públicos, aunque en esta ocasión la palabra mantenimiento del primer contrato cambia por acondicionamiento en el segundo.
Entre 1992 y 1994 adjudicó a dedo 135 contratos de un total de 188, algo más del 70 por ciento.
En 1992 adjudicó casi el 60 por ciento de los contratos por concesión directa o sin licitación. En 1993 adjudicó a dedo 45 de 56 contratos, es decir, más del 80 por ciento.
El último año que completó Luna como alcalde, adjudicó de forma directa o sin licitación el 82 por ciento de los contratos, es decir, 41 de 50.
Independientemente de la legalidad de estas adjudicaciones que nadie ha puesto en duda, sí que llama la atención que poco tiempo después de abandonar la alcaldía, Ángel Luna pasó a integrar la plantilla laboral de Enrique Ortiz como abogado de su empresa, algo que los propios diputados socialistas de las Cortes valencianas advirtieron como poco estético cuando fue nombrado portavoz del grupo parlamentario.
La relación con Ortiz se convirtió en estrecha, si no lo era ya antes, y de hecho el empresario adelantó el importe de mano de obra y materiales en una reforma en casa del diputado. Su coste debió rondar el millón y medio de las antiguas pesetas.
Ángel Luna asegura que pagó hasta la última peseta de esta reforma, aunque admite la posibilidad de que Ortiz adelantara el dinero. LA RAZÓN pudo confirmar de boca del albañil que realizó los trabajos, que dicha reforma la pagó en primera instancia Enrique Ortiz.
La reforma consistió en la demolición de un tabique en casa del suegro de Ángel Luna, que recibió su mujer en herencia. Además, los trabajadores de Ortiz hicieron un cuarto de baño.
El ex alcalde «contó con los amigos» para esta reforma y así la empresa del marido de la ex teniente de alcalde le instaló el aire acondicionado, y una empresa de otro concejal le colocó el parquet.
Pero no es ésta la única relación que tuvo Luna con Ortiz, ya que el diputado también se quedó con el vehículo marca Audi A6 que Ortiz puso a disposición del abogado cuando trabajaba para él.
Más tarde, este coche pasó a ser propiedad del hijo de Ángel Luna, ya que el diputado adquirió un Mercedes A 200 que consta a nombre de su mujer, al igual que un segundo Mercedes C 220 que también consta a nombre de su mujer, aunque Luna aparece como cotitular. Luna actualmente dispone de coche oficial por su condición de portavoz del grupo socialistas en Les Corts Valencianes, y además suele trasladarse en moto en sus desplazamientos privados, siempre que puede, ya que él mismo se califica como motero.
La etapa de Ángel Luna en el Ayuntamiento de Alicante ha sido tema recurrente para el PP en las diversas sesiones de control en el parlamento autonómico.
De hecho, el presidente Camps ya le preguntó por un viaje de Luna realizó a los fiordos noruegos después de comprar granito de esa nacionalidad para los bordillos de las aceras de Alicante.
Luna aclaró entonces que el viaje fue privado, que lo realizó en su coche y que el motivo del mismo fue ir a visitar a su hijo que estaba en dicho país disfrutando de una beca Erasmus.
Los propios diputados socialistas temen que la vinculación de Luna con Ortiz lastre la labor de oposición del grupo.
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