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Manipulación por Iñaki Zaragüeta

La Razón
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Una vez más queda demostrado que las imágenes, como la información, como las personas, son manipulables. Cada vez estoy más convencido que así acaeció en los acontecimientos de los alumnos del Instituto Luis Vives de Valencia. La Policía actuó porque fue provocada y, en algún momento, de forma grave. El tejemaneje de los vídeos en la red magnificó el enfrentamiento. La película ofrecida ayer por el ministro del Interior lo corroboró. Si retrocedemos al origen del conflicto, aparece de nuevo la maquinación. ¿Quiénes y por qué provocaron la protesta? El corte de calefacción era falso, las clases no sufrieron alteración alguna y no hubo medidas que afectarán a la educación de los alumnos. Más aún, hasta la caja del centro gozaba de buena salud económica. Demasiada maniobra en torno a aquel conflicto, que derivó en una reacción desproporcionada y que, aún hoy, no se ha apagado definitivamente. Líbreme Dios de culpar a alguien, pero lo único que había sucedido es que el Gobierno valenciano, dentro de las medidas adoptadas por la crisis, había rebajado un porcentaje de complementos salariales de los profesores. El ministro Jorge Fernández aclaró con la contundencia de las imágenes la realidad. Es probable que ni la oposición ni los cabecillas de la revuelta, empezando por aquél que quería seguir quemando las calles de Valencia, estén predispuestos a aceptarla. Están empecinados haciendo verdadero el proverbio «comete tres veces el mismo pecado y acabarás por creer que es lícito». Así es la vida.