El Cairo
Los coptos preocupados por la imposición de la «sharia»
El peor escenario para los cristianos se materializó ayer
EL CAIRO- La llegada de un islamista al poder es para muchos colectivos una auténtica pesadilla, sobre todo para la minoría cristiana –alrededor del 10% de la población– y las mujeres, que temen que sus derechos se vean recortados por la aplicación de normas religiosas estrictas. A los cristianos se dirigió Mohamed Mursi en su primer discurso público como «rais» anoche, y les aseguró que no habrá discriminaciones y que serán iguales ante la ley. Mursi pidió sobre todo unidad a los egipcios para afrontar estos momentos cruciales para el país.
En su programa electoral, el hermano promete que los cristianos serán ciudadanos de primera categoría y que seguirán rigiéndose por su propia ley en los asuntos personales (los relativos el matrimonio, la herencia, etc.), tal y como se hace en Egipto. Pero la aplicación de la «sharia», la ley islámica, preocupa enormemente a los coptos, que se verían muy afectados por ella en el ámbito público. Las mujeres también ven sus libertades amenazadas, tanto a nivel individual como social. Los islamistas ya han puesto en duda algunas leyes que conceden derechos a las mujeres, como el del divorcio, y han hecho declaraciones ambiguas sobre la ablación del clítoris, prohibida en Egipto.
En un país en el que el Estado se ha mantenido relativamente laico, a pesar de la fuerte religiosidad de la sociedad, se teme que un presidente como Mursi podría islamizar la sociedad imponiendo la religión desde arriba. Las elites más liberales y occidentalizadas también están alerta ante la posibilidad de que se cierren los locales de ocio nocturno, se prohíba el consumo de alcohol o se impongan normas de vestimenta. En ese sentido, el sector del turismo teme la prohibición del bikini en las playas de Egipto.
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