La revisión del IRPF afectará a más del 70% de los castellanos y leoneses

Valladolid- La revisión del Impuesto de la Renta para las Personas Físicas (IRPF), aprobada en el último Consejo de Ministros del pasado año, comenzará a notarse con el cobro de la nómina de febrero. Especialmente para siete de cada diez trabajadores que se verán afectados por la subida impositiva, mayor conforme más ingresos aparezcan en la nómina. Concretamente, el 71 por ciento de los contribuyentes verán mermados sus ingresos por la revisión fiscal impulsada por el nuevo Gobierno central con el objetivo de frenar el déficit y garantizar la prestación de servicios básicos.
De esta manera, tal como señalaban los parlamentarios del Partido Popular en la provincia de Ávila, 364.000 contribuyentes de la Comunidad -los que menos ingresos declaran- no se verán afectados por la subida impositiva, el 29 por ciento, en función de las declaraciones correspondientes al año 2009.

El tramo autonómico, igual
Se trata, por tanto, de una imposición estatal que, en el caso de Castilla y León no tendrá reflejo (como sí ha ocurrido en otras seis comunidades autónomas) en un aumento de tipos en el tramo autonómico.

En Castilla y León la cuota máxima, entre los que presentan ingresos más elevados, alcanzará el 52 por ciento, en la media del conjunto de España, muy alejada del 56 por ciento que, por ejemplo, presenta Cataluña -entre las más altas de la Unión Europea-.

En el tramo estatal, la cosa sí varía, dado que la subida irá desde el 0,75 por ciento de incremento entre las rentas menores a 17.707,2 euros al 7 por ciento entre quienes cobren más de 300.00 euros a lo largo del año.

«No subiremos, pero tampoco rebajaremos el tramo autonómico del IRPF», señalaba la consejera de Hacienda de la Junta, Pilar del Olmo. Por el contrario, el Gobierno que preside Juan Vicente Herrera sí ha garantizado, a través de la Ley de Medidas Tributarias, Administrativas y Financieras, la implantación de siete nuevas ventajas fiscales, que elevarán a 50 las existentes para este año.

Dos de esas novedades están dirigidas a reforzar sectores en declive, como la construcción y el empleo por cuenta propia. De este modo, se deduce el 7,5 por ciento por la compra de primera vivienda nueva para adquirientes de inmuebles iniciados entre el 1 de septiembre de 2011 y el 31 de diciembre de 2012. Por otra parte, se bonifica con 1.020 euros en el IRPF a autónomos que retomen su negocio -el doble si lo hacen en el medio rural-.