Los albergues ilegales para jóvenes proliferan en el centro de Barcelona

BARCELONA-Habitaciones masificadas, sin cobertura en caso de accidente, problemas sanitarios y de higiene como intoxicaciones alimentarias o respiratorias como la legionela o mala ventilación. Estos son algunos de los riesgos que pueden sufrir los huéspedes de los más de 80 albergues de juventud ilegales que hay en la ciudad de Barcelona, que no pasan las revisiones o no tienen licencia, según alerta la Asociación Catalana de Albergues Turísticos (Acatur).

«La mayoría se encuentran en Ciutat Vella, donde históricamente hay más apartamentos turísticos ilegales. Sin embargo, cada vez encontramos más en el Eixample», explica el presidente de Acatur, Carles Gras. «Muchos son pisos muy antiguos que la gente reforma o establecimientos de hace muchos años con licencia de pensión o incluso de casa de ancianos», añade Gras. «Una vez reformados venden más plazas de las permitidas, entre 20 y 40 plazas cuando como pensión tenían licencia para 6 u 8», especifica.

La entidad denuncia que estos albergues juveniles encubiertos son instalaciones que no están legalizadas como alojamientos, que ofrecen más camas de las permitidas o que no cumplen las distintas normativas vigentes ni pasan inspecciones. «Son un riesgo para los propios huéspedes y también para los vecinos, ya que en caso de incendio sería un riesgo evacuarlos, o para la imagen de la Ciudad Condal», considera el presidente de Acatur.

Competencia desleal
En Barcelona operan aproximadamente 120 albergues de juventud o similares, pero según el estudio de Acatur sólo 40 de ellos tienen debidamente legalizadas sus instalaciones. «Como no han de pagar impuestos, sus tarifas pueden llegar a los 8 euros la noche, por lo que es una guerra de precios», denuncia Gras. «Hace años que nos quejamos, pero el Ayuntamiento no tienen recursos ni gente para realizar estas inspecciones y nadie comprueba si estas pensiones tienen 6 o 30 camas», explica.

Se entiende por albergue de juventud toda instalación que permanente o temporalmente se destine a dar alojamiento en camas o literas como lugar de paso para jóvenes, de forma individual o colectiva. Todos ellos han de pasar distintas inspecciones y deben cumplir con distintas normativas y obligaciones como tener un seguro de responsabilidad civil, pasar un análisis de autocontrol de consumo humano de agua o presentar informes de condiciones higiénicas y sanitarias, entre otros.

Los albergues juveniles también han de estar situados en zonas salubres y que no sean peligrosas para los jóvenes, deben estar debidamente señalizados, ser accesibles y contar con el subministro de agua apropiado y de evacuación de aguas residuales. Respecto a las habitaciones que se ofrecen a los huéspedes, deben tener ventilación y luz natural y no estar ubicadas en sótanos.