Colombia

Las miserias del clan Lapiedra

Tras un año y medio de convivencia con los hermanos Lapiedra lo tiene claro: «Éstos, cuanto más lejos, mejor», sentencia María Pascual –conocida «artísticamente» como María Lapiedra–. La ex mujer de Ramiro, con el que estuvo casada entre 2008 y 2009, retrata el perfil más sombrío de los productores de cine porno.

Pablo Lapiedra era un referente en el mundo de la pornografía española
Pablo Lapiedra era un referente en el mundo de la pornografía españolalarazon

Unos rasgos que contrastan con el prestigio del que los productores gozan en el sector. Parece que en la intimidad, lejos de las cámaras y de las sesiones de rodaje, los hermanos Lapiedra son personas ególatras, dominantes y obsesionadas con su aspecto físico. Con la detención de Pablo y a la espera de que el juez decida si extraditarlo a Colombia –donde se le acusa de un delito de prostitución y grabación de menores–, las palabras de su ex cuñada son la peor sentencia a la que la familia se enfrenta en estos momentos.

Zuleidy, mujer «sometida»

Cuando María Lapiedra se incorporó al clan más influyente de la industria porno española, lo hizo por todo lo alto: conoció a Ramiro en 2008 y al poco tiempo estaba dándole el «sí quiero» en el altar. Su cuñado, Pablo ya se había casado con Zuleidy y ambos matrimonios compartieron un intenso año de actividades en común. «Íbamos al gimnasio los cuatro juntos y ellos nos indicaban ejercicios para mejorar nuestro cuerpo», explica María, quien añade que «la peor situación se vivía a la hora de comer porque ellos se ponían las botas y a nosotras apenas nos dejaban pegar bocado». Por eso, para la ex mujer de Ramiro, la orden de búsqueda internacional que pesa sobre Zuleidy le parece «comprensible». «Ella estaba totalmente dominada por él y por eso me creo que pueda tener relación con el caso del que le acusan en Colombia», comenta. Para la actriz, la implicación de Zuleidy en el delito de pederastia sólo puede explicarse porque se trata de una mujer «sometida y con personalidad cero». Al parecer, cuando Pablo había conocido a su mujer, ella ejercía la prostitución en un piso con varias chicas. «Él la sacó de aquel mundo y ella se sentía en deuda, por eso nunca le discutía nada», justifica María Lapiedra antes de explicar uno de los escabrosos y frecuentes episodios que vivía la pareja. «Algunas veces, los amigos de Pablo iban a su casa y él les proponía hacer una escena con su mujer. Los grababa y luego vendía el vídeo», comenta María. «Es muy fuerte, aunque parezca lo contrario, en este mundillo no es habitual ofrecer a tu mujer para este tipo de cosas. Zuleidy se acercaba a mí muchas veces y me confesaba que no le apetecía acostarse con los amigos de Pablo» explica.

Lo que más diferencia a los hermanos Lapiedra es la forma de moverse en su profesión. Si Ramiro es ambicioso porque busca premios y reconocimientos del sector, en el caso de Pablo su mayor objetivo era obtener mucho dinero y de forma rápida. Según su ex cuñada, esta es la razón por la que el productor acabó trabajando con el género «teeneger» o «Lolita» –es de los que más rentabilidad producen–. «Zuleidy es muy bajita y él la presionaba para que se mantuviese delgada y con apariencia de niña», explica María. «Pablo le decía que sin él no conseguiría nada y construía una burbuja en torno a ella», añade.

Ansiaba el dinero, pero apenas alternaba en la noche. Tampoco tenía casa propia en Madrid, vivía de alquiler en un «loft» sito en la zona de Goya. Según el testimonio de su ex cuñada, Pablo era un «tipo muy raro» y su mayor afán era «hormonarse y mantener su musculatura».