Escritores

Lucha por la vida

La Razón
La RazónLa Razón

¿Otra vez a la calle? ¿Para qué? Es de justicia preguntarse por qué lo hemos hecho de nuevo. Zapatero va a mantener su postura y falta mucho para que la oposición derogue esta Ley de Aborto. Me dicen amigas como Isabel San Sebastián que la lucha por la vida es una de las pocas cuestiones esenciales, un asunto de derechos humanos por el que nuestros nietos nos reclamarán algún día. Y es cierto. Me dicen otros que es necesario jalear socialmente un cambio legal, para que Rajoy lo lleve a cabo en cuanto sea posible. También es verdad. Incluso hay quien dice haber salido por rabia, para protestar porque el terrible «Caso Morín», el de los abortos tardíos, haya desembocado en una ley de aborto libre que permite acabar con la vida del feto hasta los nueve meses de embarazo (si el futuro bebé está «enfermo»). Para mí, sin embargo, manifestarme a favor de la vida no ha sido ni es sólo un asunto de principios, leyes o política, sino cosa indispensable personalmente, vital. Porque si doy crédito a los que dicen que los viejos, enfermos o niños no deseados no son necesarios ¿qué será de mí? ¿Qué pasará conmigo cuando enferme y sea anciana, cuando esté triste?

La vida es éxito, salud y alegría, pero también fracaso, enfermedad y pena. Yo necesito que mi existencia tenga sentido y sea valorada siempre, no sólo cuando me va bien. Deseo una sociedad empeñada en combatir los males, acompañar a los enfermos, animar en la agonía. Me apena la perspectiva del hombre aterrado por las dificultades, refugiado en la eugenesia, eutanasia, selección, eliminación. En realidad, he salido y saldré a la calle para reivindicar un presente más humano, para apostar por mí misma y los demás, para decir que siempre hay razones para vivir y pedir que nos animemos unos a otros a descubrirlas.