Portugal

La deuda de la banca con el BCE baja de los 50000 millones por primera vez desde 2008

El importe de la banca española en relación al Eurosistema se reduce hasta el 13%, el más bajo en meses.

La deuda de las entidades españolas con el Banco Central Europeo (BCE) cayó en enero hasta 49.177 millones de euros, con lo que se coloca por debajo de los 50.000 millones de euros por primera vez desde septiembre de 2008, antes de la quiebra de Lehman Brothers, según datos del Banco de España recogidos por Europa Press.

Las entidades españolas han reducido sensiblemente sus peticiones de liquidez al instituto emisor, tras marcar niveles máximos durante los meses de julio y agosto. En concreto, el importe de febrero representa una caída del 7,42% respecto a enero (53.120 millones) y un fuerte desplome del 35% respecto a febrero de 2010 (76.269 millones).

La financiación del BCE al resto del Ecosistema, por el contrario, se elevó hasta los 374.289 millones de euros durante febrero, lo que supone un repunte del 7,42% respecto a enero (349.323 millones), aunque supone un recorte del 29% respecto al nivel de hace un año (534.339 millones).

De este modo, el importe de la banca española en relación al resto del sistema europeo se reduce hasta el 13%, el más bajo desde hace más de un año, ya que las peticiones de liquidez de las entidades españolas llegaron a alcanzar el 25% durante 2010, una cuarta parte de la financiación total.

Estos datos representan el saldo vivo que las entidades residentes en España tienen pendiente de devolver al BCE como consecuencia de la financiación que el instituto emisor les ha concedido previamente, y supone una media de las operaciones diarias que se realizan durante el mes.

La normalización de los mercados, pese al incremento de la prima de riesgo que ha encarecido la colocación de deuda y el temor a un rescate de Portugal, así como la mayor captación de pasivo, han permitido a la banca devolver la dependencia del BCE a niveles de hace dos años.

Además, muchas entidades españolas, como Banco Popular, han comenzado a operar de forma muy activa en las denominadas Cámaras de Contrapartida, que actúan como garante de las operaciones que se realizan entre las entidades financieras. Estas operaciones minimizan riesgos, ya que la propia cámara exige garantías a las entidades que intervienen en la operación.

Los expertos aseguran que operar a través de las cámaras dinamiza los mercados y ha permitido a las entidades españolas compensar la falta de liquidez al generar más confianza en los inversores. En este sentido, también aseguran que los volúmenes que circulan a través de estas cámaras son cada vez mayores y que seguirán creciendo hasta que casi todas las operaciones se lleven a cabo mediante estas plataformas por el menor riesgo que presentan.

Los analistas insisten en que la situación de la banca tiene que ir normalizándose, y que el mercado tiene que volver a funcionar por sí solo, aunque advierten de que aún existen ciertos factores que pueden volver a desestabilizarlos, ya que la dudas sobre los países periféricos aún no se han despejado.