Conflicto armado
Error de la ONU
Los culpables de las violaciones son, obviamente, los violadores; pero las fuerzas de Naciones Unidas desplegadas en la región no han cumplido con la obligación para la que han sido destinadas y el resultado ha sido una agresión brutal de ciudadanas a 30 km de donde está desplegada la Misión de Estabilización de la ONU. Y así lo han reconocido los responsables del organismo internacional.
Desafortunadamente, en la guerra de la antigua Yugoslavia sucedió algo parecido cuando los serbios cometieron una matanza contra los bosnios en Esbrenitza, ante la pasividad de los Cascos Azules. Ahora ha pasado en la República Democrática del Congo, donde han sido violadas por lo menos 500 mujeres y niñas, a manos de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR); un grupo de guerrilleros de etnia hutu. Con el agravante de que estos ataques no son un incidente aislado sino unas violaciones sistemáticas a lo largo de varios meses. El Congo es, probablemente, el país más inseguro de África, pese a que teóricamente la guerra civil terminó en 2003. En su interior continúan los ataques de las milicias congoleñas Mai Mai en el este, los salvajes asaltos del grupo armado ugandés Ejército de Resistencia del Señor y las citadas FDLR. Cierto que la responsabilidad de proteger a los civiles corresponde al Estado, pero es evidente que la ONU ha fallado también. La triste realidad es que las violaciones son ya tan comunes que los Cascos Azules no les dan importancia.
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