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Silla vacía

La Razón
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La silla vacía de Liu Xiaobo en la entrega del Premio Nobel de la Paz ha puesto de relieve los problemas a los que los derechos humanos se enfrentan ahora mismo en el mundo. Las persecuciones religiosas, la violencia sectaria, la censura y la privación de libertad son hechos corrientes en numerosos países, en particular en muchos de los países con economías emergentes, que están creciendo en estos años en los que la crisis azota las economías de los países desarrollados, los mismos que dan premios para celebrar y promover los derechos. La silla vacía plantea sin embargo algunos otros problemas, además del incumplimiento de los derechos humanos por China. El más preocupante es la posibilidad de que el modelo de libertades y democracia representado por los países desarrollados haya dejado de ser un ejemplo para quienes empiezan a conocer la prosperidad. La crisis económica es, entre otras cosas, un gigantesco movimiento de transformación en el que países hasta ahora pobres están dejando de serlo y los ricos, como los nuestros en Europa, han dejado de crecer o lo hacen lentamente y sin generar empleo. La crisis, que en nuestros países prósperos presenta una cara sombría, está siendo una etapa de crecimiento en muchas otras zonas. El contraste es aún mayor porque es difícil no relacionar las dificultades que atravesamos con el olvido de las «antiguas» virtudes de trabajo, de ahorro, de esfuerzo. Nos hemos acostumbrado a vivir muy por encima de nuestras posibilidades, mientras que las poblaciones de los países emergentes están dispuestas a trabajar como nosotros mismos trabajábamos antes. Es difícil dar lecciones de moral cuando, como sucede en Francia, la gente se ha negado con uñas y dientes a trabajar más allá de los 59 años. O cuando, como acaba de ocurrir en Inglaterra, los estudiantes que no quieren pagar sus estudios atacan la institución que durante siglos ha garantizado sus libertades. O cuando se suspenden derechos para que la población pueda irse de vacaciones en plena semana laboral… con el 20% de la gente en paro, como ha ocurrido en España. ¿Qué modelo es éste? ¿A quién puede interesarle?