Balón de Oro
Cambio de papeles
José Mario do Santos Mourinho es capitán general con mando en plaza en Concha Espina, Valdebebas y parcelas limítrofes. Si el Real Madrid ganara con él un título al Barcelona en la presente temporada, asociar el nombre del coliseo blanco al suyo, ahora que se especula con la posibilidad de que los árabes paguen una reforma millonaria en el estadio a cambio de añadir Emirates al de don Santiago Bernabéu, entraría en los planes de quienes ven en el técnico portugués al redentor. Por explícito deseo suyo, Jorge Valdano ha pasado de la dirección general del club al limbo. Y Florentino Pérez, antes sólo presidente de la cosa, ahora es, además, el portavoz de «Mou», o su intermediario, ante el extinto ejecutivo hispanoargentino. Que Mourinho plantea que hay que fichar un «4», un «8», un «3», un «6» o un «10» para el siguiente curso, pues va Florentino y habla con Valdano, que está ahí, no lo olviden: «Jorge, que dice Mourinho que necesita un ''6'' del corte de Xavi Fernández». «¡Oído, cocina! Marchando una de organizador», responde Jorge, quien, de inmediato, activará todos los resortes para adelantarse al Barça y fichar a Cesc Fábregas, el objetivo 2010-2011. O tal vez no sea necesario. Si el poder de «Mou» es la leche, el de Jorge Mendes, su representante, y el de Cristiano Ronaldo, Carvalho, Pepe y Di María, la releche. No sería extraño que éste tuviera ya en la recámara, incluso en la rampa de lanzamiento, al próximo «cerebro» del Madrid, un futbolista para mejorar, si cabe, las cualidades de Alonso y, sin lugar a dudas, el fútbol del equipo. El desarrollo de lo que resta de temporada y el comienzo de la siguiente será así si Valdano, llegado el mes de junio, no opta por la salida digna y se va a ganar el cocido donde le permitan trabajar. O él o el otro.
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