El sueldazo por Ángela Vallvey

Constantemente aparecen en la prensa las retribuciones escandalosas (decenas de millones de euros…) que cobran algunos directivos de la banca española. Mientras se va produciendo una supuesta «reestructuración» del que fuese bautizado por ZP como el «sistema financiero más sólido del mundo», los ciudadanos de a pie no alcanzamos a ver los resultados de una incierta curación que –por nuestro bien común– todos estamos deseando. Después de las fabulosas inyecciones de dinero público que han recibido bancos y cajas con problemas, ¿qué ha cambiado? La mayoría es consciente de que un sistema bancario sólido y eficaz es un pilar imprescindible en cualquier colectividad democrática. Bajo esa premisa, se está «exigiendo» a la sociedad civil que haga unos esfuerzos que no se le han pedido a la banca ni por favor. Entidades con caritativos y esperanzadores nombre del tipo «Monte de Piedad y Círculo Católico de Obreros de…» inician ejecuciones hipotecarias que envían abuelitas a la calle, a pasar hambre y frío. El crédito sigue siendo un sueño imposible para particulares y pequeñas empresas, mientras el BCE ofrece chutes gratis de liquidez a los bancos, que, a pesar de todo, no sueltan prenda y ni fían ni se fían. Se ejecutan ERE y recortes en entidades que, sin embargo, premian a algunos de sus incompetentes ejecutivos con sueldazos de millones de euros para toda la vida que ya quisiera poder sortear la ONCE… Todo lo cual no contribuye en absoluto al prestigio del sistema bancario, sino a su descrédito –disculpen la triste gracia–, y aumenta el riesgo de que una sociedad cansada, que está sufriendo en carne viva dosis de miseria como no se veían en España desde hace mucho, se irrite y se harte, y se revuelva.