Decenas de víctimas en los duros combates entre el Ejército sirio y los desertores

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos precisó que los fallecidos son siete soldados del Ejército del presidente Bachar al Asad, y cinco personas más, entre civiles y desertores.

La organización agregó que efectivos de las fuerzas de seguridad y militares, apoyados por tanques, irrumpieron esta mañana en varios pueblos de la parte occidental de la zona de Yabal Zauiya, en Idleb, donde se produjeron los muertos.

Por su parte, los llamados Comités de Coordinación Local en Siria identificaron a dos de los fallecidos en la localidad de Lej, mientras que el activista de este grupo Hozam Ibrahim dijo a Efe que tres personas perecieron en una redada de los leales al régimen en Belshon, en la misma región.

Ibrahim destacó que la operación del ejército sirio en la zona sigue abierta y que ahora los uniformados se dirigen a otros pueblos.

Asimismo, el activista apuntó que hay un fuerte despliegue militar en Yabal Zauiya, donde se han instalado puestos de control en las carreteras, lo que impide el movimiento de refugiados y ha causado el deterioro de la situación humanitaria.

Ibrahim explicó que Yabal Zauiya es un área montañosa, donde los enfrentamientos entre las fuerzas progubernamentales y los soldados desertores, que en su opinión se cuentan por miles, comenzaron hace dos meses.

Por su parte, el presidente del Observatorio, Rami Abderrahman, indicó a Efe que las fuerzas armadas desarrollan operaciones en Yabal Zauiya en busca de militares disidentes desde hace días y resaltó que debido a su relieve montañoso resulta fácil esconderse allí.

La mayoría de las deserciones del Ejército se han registrado en las provinciales centrales de Homs y Hama, además de en Idleb, tres de los principales bastiones de las protestas contra Al Asad, según Abderrahman.

Ninguna de estas informaciones ha podido ser verificada de forma independiente debido a las restricciones impuestas por las autoridades sirias a los periodistas para trabajar.

Las protestas en Siria comenzaron el pasado marzo y desde entonces la represión del régimen ha causado la muerte de al menos 2.900 personas, según las últimas cifras facilitadas por Naciones Unidas.