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Zapatero tendrá que firmar un decreto para desmilitarizar las torres de control

La Razón
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Madrid- El Estado de Alarma expira a las cero horas de este sábado, seis semanas después de que el Consejo de Ministros aprobara su declaración para obligar a los controladores a regresar a sus puestos de trabajo y abrir así el espacio aéreo español, que permaneció cerrado a cal y canto durante 24 horas.

El Gobierno considera ahora innecesario solicitar a las Cortes Generales una ampliación del Estado de Alarma con unas negociaciones entre los controladores y Aena sobre el convenio colectivo a punto de cerrar seis años de conflicto. Sin embargo, su fin no conlleva aparejado la retirada automática del Ejército del Aire de los aeropuertos. Esta decisión depende exclusivamente del presidente del Gobierno, que debe rubricar un decreto de revocación del decreto por el que el control del espacio aéreo pasó a manos de los militares a las cero horas del pasado tres de diciembre.

Doce horas después, el Consejo de Ministros, reunido con carácter extraordinario, dio su visto bueno al decreto del Estado de Alarma por el que se militarizó a los controladores. Por tanto, las perchas legales de ambas medidas (el Estado de Alarma y el control por el Ejército del Aire del tráfico aéreo español) son completamente diferentes y no están vinculadas.

Así, el presidente deberá decidir en las próximas horas si hace coincidir este sábado el fin del Estado de Alarma con la retirada del Ejército de los aeropuertos españoles. Fuentes del Ejecutivo confirmaron a LA RAZÓN que José Luis Rodríguez Zapatero optará, casi con toda seguridad, por que el control del tráfico aéreo regrese en esa jornada a manos civiles. En estos momentos, el Ejército del Aire tiene desplegados entre 120 y 150 militares en las torres y centros de control.

Aunque es prerrogativa del jefe del Ejecutivo decidir la retirada de los militares, el Consejo de Ministros estudiará mañana el decreto de revocación dentro del análisis que realizará de este mes y medio desde que los controladores sembraron el caos en los aeropuertos españoles. El titular de Fomento, José Blanco, realizará un balance de la situación.


Solventado en febrero
Seis semanas después de este suceso, sin precedentes en la historia española, los controladores y Aena han elegido por unanimidad a un mediador, Manuel Pimentel, para conseguir enterrar de una vez por todas el hacha de guerra. Ambas partes coinciden en considerar que el conflicto quedará solventado a finales de febrero con el laudo de Pimentel. Eso sí, aunque cierren un acuerdo sobre sus salarios, ya nada volverá a ser igual para este colectivo. De entrada, sus sueldos descenderán hasta alcanzar una media de 200.000 euros. Además, deberán afrontar sus responsabilidades civiles y penales.