Estados Unidos

Obama acepta el mayor recorte del gasto «en la historia de nuestro país»

Mantuvieron la tensión hasta el final, pero nadie quería asumir el desgaste político de paralizar el Gobierno.

Obama visitó el Lincoln Memorial durante una visita sorpresa, tras la negociación
Obama visitó el Lincoln Memorial durante una visita sorpresa, tras la negociaciónlarazon

Estados Unidos evitó ayer la parálisis administrativa de su Gobierno por falta de fondos con un acuerdo a última hora por el que el Congreso prorroga el Presupuesto anterior el tiempo suficiente para redactar una medida que impondrá los «mayores recortes anuales» de la historia del país.

Cuando apenas faltaba una hora y media para que expirara el plazo (la medianoche del viernes al sábado) para que venciera la prórroga del Presupuesto del año fiscal 2010, los republicanos en el Congreso continuaban reunidos para tratar de solucionar sus diferencias respecto a la propuesta del Gobierno de Barack Obama para financiar el presente ejercicio de 2011. De no haber logrado un acuerdo, las oficinas de la administración federal, que hasta ahora han financiado sus actividades mediante extensiones puntuales del presupuesto de 2010, habrían cerrado sus puertas, suspendiendo de empleo y sueldo a unos 800.000 funcionarios.

Pero cuando se estaba llegando al límite, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, apareció ante los medios de comunicación para anunciar un acuerdo que prorroga los fondos actuales hasta la medianoche del próximo jueves, con lo que se daba tiempo al Congreso para redactar y votar un presupuesto que cubra los seis meses que restan de este ejercicio, y sobre el que ya existe un acuerdo verbal.

Según fuentes legislativas, la Casa Blanca ha tenido que aceptar un paquete de recortes de 38.500 millones de dólares, una cifra más cercana a la impulsada por los republicanos que a los 33.000 millones propuestos por los demócratas en las negociaciones de las últimas semanas.

«El acuerdo entre demócratas y republicanos es sobre un Presupuesto que invierte en nuestro futuro al tiempo que hace los mayores recortes anuales de gasto de nuestra historia», reconocía Obama en una declaración televisada desde la Casa Blanca, minutos después de anunciarse el pacto. El presidente admite que algunos de los recortes aprobados «serán dolorosos», ya que afectarán a «programas en los que la gente confía» y a «infraestructuras que son necesarias» y «no se habrían hecho en mejores circunstancias». «Pero –añadió– comenzar a vivir dentro de nuestras posibilidades es la única manera de proteger las inversiones que ayudarán a Estados Unidos a prosperar».

Del paquete de recortes de 38.500 millones de dólares previsto por el Congreso, 2.000 millones de dólares se restarán con carácter inmediato. El mayor escollo en la negociación se encontraba en la financiación de algunos programas «sociales», como los de planificación familiar, que incluyen subvenciones al aborto, y que los republicanos tratan de eliminar. La cuestión quedó aparcada cuando la oposición consiguió el compromiso de que sería votada en el Senado. También cedieron en varias propuestas que habrían eliminado los fondos de la Agencia de Protección Medioambiental, para regular las emisiones de gas invernadero y otros contaminantes.

En total, la medida que ambas cámaras pretenden aprobar la próxima semana supone un recorte de 78.500 millones de dólares sobre la propuesta inicial de Presupuesto presentada el pasado noviembre por Obama.