Barcelona

Tres de los cuatro ex presidentes optaron por acortar la Legislatura

El legado de Suárez, Calvo Sotelo y González marca el camino a Zapatero n En 1985 el PSOE ya vivió una huelga general por recortar las pensiones. 

.
. larazon

MADRID- Por su cabeza no merodea la idea de dimitir y mucho menos la de anticipar elecciones. Y es que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no aprecia motivos suficientes para ello, pese a que la tasa de paro sea ya del 20,05 por ciento, el déficit se sitúe en el 11,2 y, durante el primer trimestre de 2010, tuviésemos un crecimiento negativo del 1,3 por ciento. Por no hablar de que ha hecho oídos sordos a ese 58,3 por ciento de españoles que le exigía un adelanto electoral, entre ellos un tercio de sus votantes. El jefe del Ejecutivo da la callada por respuesta mientras castiga a los ciudadanos con el mayor recorte social de la historia. Una historia que nos recuerda que hubo otras crisis, otros enfrentamientos políticos, otros casos de corrupción, otras guerras... y que no sería ni el primero, ni quizás el último, que dejara en manos del pueblo si continúa o no al frente del Ejecutivo. Eso es lo que hicieron Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo Sotelo y Felipe González. Pero es de justicia que, antes de hablar de lo que los llevó al declive, se haga hincapié en sus éxitos. La Transición democrática estuvo abanderada por un Suárez infatigable. No sólo logró cambiar el clima político del país sino que sacó adelante la Ley para la Reforma Política que marcaría un antes y un después en la democracia. De su mano llegó el consenso, gracias a sus contactos con la oposición y las centrales sindicales. Y en las elecciones de 1977 se alzó con el triunfo. Dejando el miedo a un lado, apenas dos años después, y tras aprobarse la Constitución, volvía a convocar unos comicios en los que ya no obtuvo mayoría absoluta. Y entonces, comenzaron a llegar los problemas. Sus enfrentamientos con la oposición eran constantes (una situación que muy bien conoce Zapatero) y su falta de mayoría le obligaba a negociar los apoyos. Las tensiones dentro de su propio partido aumentaron y además, debía hacer frente a la grave crisis económica y al terrorismo. Así, y pese a haber logrado cambiar el rumbo de España, en 1981 presentó su dimisión y abandonó la dirección de UCD.En febrero de ese mismo año era investido presidente del Gobierno Leopoldo Calvo Sotelo. Su mandato apenas duró año y medio. Tras superar el intento de Golpe de Estado y ya como jefe del Ejecutivo, Calvo Sotelo reanudó las conversaciones con el PSOE y promovió el ingreso de España en la OTAN. Sin embargo, las disensiones internas del partido, la crisis económica y las presiones de la Iglesia ante la Ley del Divorcio dieron al traste con sus propósitos. Decidido, adelantó las elecciones y el 28 de octubre de 1982 perdía la batalla ante un imparable Felipe González.Adiós a la época doradaEl recién llegado remontó la crisis. La Expo de Sevilla, las Olimpiadas de Barcelona y el V Centenario son una muestra de la era dorada del socialismo. Una época que pronto se vio truncada por escándalos de corrupción como el «caso Filesa», Ibercop, Juan Guerra y la sombra de los GAL. Pero por si esto no fuera poco, en 1993 González tuvo que hacer frente a 3,5 millones de parados (un millón menos que ahora), un crecimiento negativo del 1,1 por ciento y una deuda del Estado cercana a los 360.000 millones de euros. La crisis fue rubricada por dos huelgas generales (la de 1985 por el recorte de pensiones) que dejaban patente el desencuentro con los sindicatos. Pero lo que provocó el adelanto electoral llegaría en 1996. El entonces líder de CiU y único apoyo de González tras perder la mayoría absoluta, Jordi Pujol, no respaldó los Presupuestos. Este duro golpe le empujó a convocar elecciones anticipadas. Un año después dimitía como secretario general del PSOE.Y el jefe del Ejecutivo... erre que erre-Los detonantes que llevaron a los tres ex presidentes del Gobierno a adelantar los comicios tienen ahora su mayor exponente en la figura de José Luis Rodríguez Zapatero. Y es que el jefe del Ejecutivo apenas cuenta ya con respaldo parlamentario y se ve obligado a negociar los apoyos. Además, son muchas las voces dentro de su partido que ya han mostrado su rechazo a las medidas adoptadas por el líder socialista.-Pero hay más. Zapatero ha demostrado su incapacidad para afrontar una crisis económica y, lejos de cambiar su política, ha protagonizado el mayor recorte social de la historia; la crispación política ha sobrepasado los límites y, aunque aún no le han hecho una huelga general, no las tiene todas consigo.