Cataluña

Montilla cumple su objetivo: logra que el PSOE impulse la renovación del TC

El presidente catalán sostiene que la actual situación puede «dar argumentos a aquellos que quieren la ruptura». 

Alicia Sánchez Camacho¿ saludando ayer a Montilla en el Senado¿ dejó claro que «Cataluña no debe encajar con España, Cataluña es España»
Alicia Sánchez Camacho¿ saludando ayer a Montilla en el Senado¿ dejó claro que «Cataluña no debe encajar con España, Cataluña es España»larazon

«Asumo la defensa del Estatut. No quiero ir un milímetro más allá de la Constitución ni tampoco quedarme un milímetro corto de lo que marca el Estatut». Y así lo hizo, y con tanta firmeza que el presidente de la Generalitat consiguió llevarse del Senado el compromiso que con tanto ahínco buscaba. El PSOE, de la mano de su portavoz en la Cámara Alta, Carmela Silva, abría las puertas a la tan ansiada renovación del Tribunal Constitucional (TC). Se trata del primer gesto político desde que en 2008 el presidente del Senado, Javier Rojo, congelara el procedimiento. Ninguno de los dos partidos mayoritarios había dado su brazo a torcer hasta ayer, durante la Comisión General de Comunidades Autónomas. Y es que la exigencia de Montilla, discursos aparte, no era otra que la «reactivación urgente» del proceso de renovación de los cuatro magistrados del Tribunal Constitucional, cuyo mandato se ha prorrogado desde 2007. Los socialistas dieron un paso al frente al asegurar que «harán lo que haga falta» para «facilitar la renovación» del Tribunal. Tanto es así, añaden, que «si el PP no da un paso atrás en su posición», no descartan levantar el veto a los dos magistrados propuestos por los populares, Francisco José Hernando y Enrique López. Una actitud que sorprende al no haber novedad alguna que justifique este cambio de postura en las filas socialistas.También desde el Gobierno, su vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, apostó por desbloquear el proceso de renovación del Alto Tribunal. «Por más que goce de plena legitimidad, la situación del TC es anómala y extraña», manifestó el ministro, y añadió que el bloqueo sólo es imputable a que «los partidos no hemos sido capaces de lograrlo». Así, reiteró que la voluntad del Gobierno es «apostar por la renovación, sin excusas» y que ésta debe llegar «más pronto que tarde».Ataques al PPSe notaba que Montilla llegaba con la lección aprendida. El líder catalán no dudó en manifestar que estamos ante «un tribunal que, legalmente facultado, ve lesionada su legitimidad moral» y, en estas circunstancias, «no podemos permitir que una institución debilitada y cuestionada provoque una crisis». Sin tapujos acusó al PP de bloquear de forma «intencionada» la renovación , mientras dejaba caer que lo único que se pretende «es ganar en el TC lo que se perdió democráticamente».Argumentos, todos ellos, encaminados a demostrar que la «fragilidad del TC le impide tomar una de las decisiones más difíciles desde su creación», una situación que «pone en riesgo el pacto constitucional». Y en este punto, Montilla lanzó una clara advertencia: la sentencia del Estatut puede «poner en riesgo la relación funcional y afectiva de Cataluña con España». Es más, a su juicio, la actual situación puede «dar argumentos a aquellos que quieren la ruptura».Con advertencias semejantes no es de extrañar que el PSOE tenga previsto pedir hoy en la Junta de Portavoces del Senado la convocatoria de la Comisión de Nombramientos. Eso sí, todo apunta a que no podrán reunirse antes de que acabe este periodo de sesiones. Así, quedaría prácticamente descartado que se produjese antes de la elecciones catalanas.Pero no todo fueron palabras. Cierto es que a la cita no acudió ningún presidente autonómico del PP, lo que indignó a muchos asistentes, pero, dos dirigentes populares hicieron mudar el rostro a Montilla. No eran otros que el consejero de Interior de Madrid, Francisco Granados, y la presidenta del PP en Cataluña, Alicia Sánchez Camacho. Acusaron al presidente de la Generalitat de hacerles «perder el tiempo, con la que está cayendo». Nada menos que había cinco millones de razones para no estar ayer en el Senado, según indicaron al ministro de Trabajo, Celestino Corbacho.«Me pregunto si un catalán cuando se levanta por la mañana piensa que su primer problema es el Estatuto», ironizó Granados. Y no le sentó bien a Montilla. Tanto, que en su respuesta no dudó en criticar que «sólo pierden el tiempo» los que vienen con actitud de no acordar nada. «Es la forma que tienen algunos de trabajar. Se llenan la boca de lealtad y practican la deslealtad al Gobierno», apuntilló. Mientras, Sánchez Camacho quiso dejar claro a Chaves que «Cataluña no debe encajar con España, Cataluña es España».

La cena de los «estrategas»Mesa y mantel para planificar la estrategia. Noche del lunes: Chaves, Montilla, Pajín y Rojo se reúnen para tratar sobre la renovación del TC. Entre plato y plato cargaron contra los populares por bloquear el proceso y mostraron su voluntad de que el cambio se lleve a cabo lo antes posible. Horas después y tras la intervención de Montilla volvían a compartir mesa, pero esta vez sin el presidente del Senado. Los presidentes de Extremadura y Baleares, Guillermo Fernández Vara y Francesc Antichocuparon su lugar.

 

Moción de CiU y el tripartito para reformar el TCLos grupos parlamentarios de la Entesa Catalana de Progrés, integrado por las fuerzas que conforman el tripartito catalán (PSC, ERC e ICV), y Catalán en el Senado (CiU) presentaron ayer en la Cámara Alta la moción para reformar la Ley Orgánica del TC. Esta moción es fruto del acuerdo alcanzado por el tripartito y CiU a raíz del mandato del Parlament para activar la renovación del TC y desbloquear la sentencia del Estatut. La moción propone modificar cinco artículos para establecer el cese inmediato de los magistrados que hayan cumplido su mandato, una vez transcurridos seis meses desde la fecha de expiración de los nombramientos.