«Contracorriente»: vidas ocultas

Ha conquistado al público de los festivales de medio mundo. En los certámenes de Sundance, Chicago, Miami y Cartagena de Indias la ópera prima de Javier Fuentes-León ha sido galardonada por su audiencia. «La gente va al cine a escaparse de la realidad, a explorar universos que no son los nuestros. Creo que la cinta aporta estos elementos», explica el director.

La historia de «Contracorriente» es la de un triángulo amoroso muy particular en el que la realidad de un matrimonio joven, a punto de tener un hijo, se ve alterada por la relación homosexual que mantiene el esposo con otro hombre. Todo ello sucede en una pequeña aldea peruana un ida firmemente a la tradición, «con su chismorra, su cura y su esposa», añade el realizador.

«El conflicto surge por la necesidad del esposo de pertenecer a la sociedad, lo que requiere de él una serie de requisistos, como casarse. La pregunta que plantea es qué hacer si mi esencia no encaja. La orientación sexual se puede extrapolar a otras circunstancias», explica el realizador, quien compara la cinta con su experiencia personal, ya que «yo era médico, y cuando descubrí que quería hacer cine fue difícil, pero si no cambiaba mi vida sabía que no iba a ser plena», añade.

Sobre el tema de la homosexualidad, Fuentes-León cuenta que «esta película ha sido vista por un público que rechaza a los gays y, sin embargo, se ha emocionado con la cinta. Uno siempre espera que su obra pueda cambiar algo en este sentido. Como poco, creo que nadie se queda indiferente después de verla y anima a la discusión», asegura. El entorno aparece salpicado de superstición y fantasía: «Pienso que esta mística hace que la película salte a un mundo más universal y se convierta en una fábula sobre la posibilidad de que la lucha por ser uno mismo es también una lucha contra lo socialmente establecido».