España

Otro terrorista a la fuga

 

La Razón
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Una vez más la Justicia da un varapalo a las víctimas en España. Probablemente el auto del juez Santiago Pedraz se ajusta a derecho, pero es inconcebible e inmoral para las víctimas del terrorismo. No es posible que un auto referido a un terrorista de tal calibre apenas se despache en folio y medio. No estamos hablando, discúlpenme por este coloquialismo «de una hermanita de la caridad». Estamos hablando del que fuera jefe de ETA durante años. Estamos hablando de alguien a quien no le tembló el pulso para ordenar el asesinato de Su Majestad el Rey Juan Carlos, y de otras muchas personas. Hablamos de alguien a quien apenas se le conmovió el alma cuando ordenó prolongar la agonía –según todos los indicios– de José Antonio Ortega Lara, quien ostenta a su pesar, el macabro récord de secuestro en España.

Nuestra Justicia y nuestro Gobierno siguen actuando con un «buenismo» absurdo que las víctimas no entendemos. ¿Por qué se le libera, si en su momento se estimó que había peligro de fuga? ¿Se rasgará el estamento judicial las vestiduras cuando perdamos su rastro como sucedió con Troitiño?

Las víctimas estamos hartas de estas negligencias. No pedimos más que lo que se haría con cualquier otro ciudadano o delincuente: la aplicación de la ley con todo su rigor. Pero tenemos la impresión de que los terroristas son tratados con guante de seda en determinados autos o sentencias victimizando doblemente a las víctimas; no sólo debemos soportar la pérdida de un ser querido sino que además debemos enfrentar la falta de Justicia, ocasionándonos un daño moral irreparable: con la injusticia no podemos cerrar «el libro de nuestro duelo».