Sevilla

Una gran faena

Temporada de la Maestranza. Obras de Chopin, Charpentier, Gounod, Bellini, Donizetti y Verdi. Solistas: Mariella Devia, soprano, y Max Bullo, piano. 30 -IV-2011. Teatro de la Maestranza.

La Razón
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Mariella Devia (Imperia Liguria, 1948) es artista muy querida en Sevilla, tal y como pudo apreciarse tanto en la recepción que le ofreció el público de la Maestranza nada más salir al escenario como en las aclamaciones finales, muy por encima del resultado artístico de la sesión. Fue una tarde accidentada y no sólo porque quien escribe llegase al teatro desde la otra vecina Maestranza, a la carrera, jadeante y exhausto tras el indulto a «Arrojado», sino porque la soprano cantó a pesar de una enfermedad vírica detectada por la mañana y porque su recital se interrumpió por gritos de: «¡Un médico, un médico, por favor!».

Hasta entonces apenas había abordado un par de canciones de Chopin, otro par de Liszt y el aria «Adieu notre petite table» de la «Manon» de Massenet, aunque acabó siendo ésta lo mejor de toda la velada. Devia está a punto de despedirse de los grandes escenarios, pero se atrevió con «Ah bello a me retorna», pieza complicada donde las haya y en la que no existe soprano que no se vea en dificultades. Las sufrió también ella, pero pudimos admirar la técnica prodigiosa para las escalas de coloratura, que nos compensó de unos agudos en forte en los que la voz perdió pureza. Sería deseable que artistas de la calidad de Devia eligiesen pianistas acompañantes dignos de su clase. No lo fue Max Bullo, precipitado, tosco y chapucero. Quizá es que tras la faena de Manzanares a «Arrojado» era demasiada la exigencia del crítico, porque el público salió entusiasmado.