Bielorrusia
Un reducto de felicidad
La Selección, donde Casillas es más él y más arropado se siente, se concentra para medirse a Bielorrusia y, en un partido decisivo, a Francia
Madrid- No es un secreto que Iker no pasa por un buen momento laboral. Después de un mal comienzo de temporada del Real Madrid, que le duele como al que más, porque él es especialmente exigente consigo mismo, de no celebrar algún gol, de verse salpicado por el desencuentro entre Mourinho y Sergio Ramos, Iker Casillas ha llegado a su reducto de felicidad, en el que se dará una tregua a la presión de capitanear el Real Madrid. El capitán ya se encuentra con la Selección, allí donde más es él, donde más arropado lo tienen, donde le demuestran sin fisuras que es el mejor guardameta del mundo y su personalidad no se ve entre la espada y la pared.
En el Real Madrid, Iker prefiere ir más de puntillas de un tiempo a esta parte. Lo demostró ayer en los micrófonos de la cadena Cope: «Quizá es culpa nuestra que sea más hermético el vestuario o las opiniones de los jugadores, comparado con un par de años atrás. ¿De qué lado estaba? De Sergio, porque apoya a un compañero que lo estaba pasando mal. Y del míster, porque mira por el equipo. No es cuestión de estar con Sergio o con el míster, sino de apoyar a toda la gente por igual».
«Me como mucho la cabeza después de encajar un gol. También sé que entra dentro del juego y tienes que aceptarlo. Pero es verdad que quizá soy demasiado severo conmigo mismo. Siempre creo que puedo hacer más, aunque sea un gol por la escuadra», añadió Casillas en «El partido de las doce». Sin embargo, su compañero de equipo y de la Selección, Raúl Albiol, discrepa sobre si pudo hacer algo más en los goles del Barcelona, del Manchester City..., al menos en los dos del clásico. «Casillas es el mejor portero del mundo. Tenerlo tanto en la Selección como en el Real Madrid es un lujo, es el mejor compañero que puedes tener en la portería. No entiendo las críticas cuando nos ha salvado muchísimas veces. El Balón de Oro premia la temporada y él ganó la Liga y la Eurocopa con un papel fundamental. Sabemos que como portero es difícil que lo gane, pero está claro que sería un candidato para mí», defendió el central valenciano.
En su reducto de felicidad, pues, Iker, como el resto de «La Roja» tienen por delante el duro trámite de vencer el viernes a Bielorrusia y, sobre todo, a Francia. Será el próximo martes en el Vicente Calderón, el estadio, de entre los grandes, que más se brinda para acoger los compromisos de la Federación Española de Fútbol. El objetivo es dejar encaminada la clasificación para el Mundial de Brasil como primera de grupo. Quizá por ir interiorizando la superioridad que va a tener que imponer la tricampeona ante los de Deschamps, Casillas apareció ayer en la concentración nacional en Las Rozas con una camiseta de su patrocinador y la bandera de Francia. Una declaración de intenciones como la que anunció Javi Martínez del vecino rival: «Ribèry me ha dicho que nos van a hacer sudar».
Pero no por haber logrado la triple corona este grupo cree que el camino ya está hecho. Aseguran Javi Martínez y Juanfran que «el equipo mantiene una ambición tremenda por ganar títulos y hacer felices a los españoles». Aún sin Mata, el quinto mejor jugador de la Premier, ni Llorente, uno de los delanteros top del mundo, en opinión de Martínez: «Habla de lo difícil que es estar aquí».
Busquets probó de central
En la primera sesión de trabajo con los 23 convocados, Del Bosque ensayó con un once en el que Busquets ocuparía la plaza de central que deja libre las lesiones tanto de Piqué como de Puyol, lo que no quita que hoy pudiera probar con Javi Martínez para acompañar a Sergio Ramos. Además, el seleccionador se volvió a inclinar por la opción de un falso «9» –Cesc– en lugar de Fernando Torres o Villa. El once con el que entrenó ayer fue el formado por Casillas; Arbeloa, Busquets, Sergio Ramos, Jordi Alba; Xabi Alonso; Cazorla, Xavi, Pedro, Silva y Cesc.
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