Frailesfera por Alfredo Menéndez

Cuando Félix Baumgartner llegue a la estratosfera, antes de saltar y batir este récord del mundo que nos tiene pendientes a todos, igual mira hacia abajo y ve el recorrido del tranvía de Parla. Esto en realidad es imposible, pero si nos hemos pasado media vida pensando que se podía ver la Gran Muralla y era una leyenda urbana, no entiendo porque no podemos pensar que la gran obra faraónica de Tomás Gómez no puede disfrutar de cierta manga ancha física e histórica.

Cuando Baumgartner llegue a la estratosfera, antes de saltar, igual mira hacia un lado y ve otro globo de helio que sube más que el suyo. Ese globo está patrocinado por la deuda del Ayuntamiento de Parla que, al igual que Red Bull, tiene alas, y va acompañada de unos presupuestos que son menos creíbles que una moneda de tres euros. El único tripulante es el actual alcalde –y concejal de hacienda en los años ominosos– José María Fraile dispuesto a batir otro récord: convertirse en el primer ayuntamiento intervenido de Madrid.

En esa Frailesfera se mueven algunos ayuntamientos, unos pocos, los elegidos. Está claro que todos los consistorios pasan por momentos muy duros pero aquellos que han vivido muy por encima de sus posibilidades durante estos años, como si no hubiera mañana, se topan de morros contra el golpe que les da la realidad, que es mucho más duro que el golpe que te puedes dar contra el suelo si no se te abre el paracaídas.