Los curas de la JMJ podrán perdonar a los excomulgados por aborto

Hay que visualizarlo y puede hacerse con varios casos. Pensemos en un joven médico de la India, católico alejado o con poca formación, que haya efectuado abortos, tan comunes en su país y que en Madrid, en las catequesis, se da cuenta de la gravedad de ese pecado. O una chica de un país de Europa del Este, donde el aborto es frecuentísimo, que ha venido a la JMJ acompañando a una amiga, tiene una experiencia de conversión y quiere poder confesarse, comulgar y celebrar su fe, iniciar una vida nueva.
Pero según el derecho canónico, quien «procura un aborto o es colaborador necesario» (aquel sin el cual no puede realizarse el acto) está excomulgado «sin sentencia» (de forma automática, sin que nadie se lo decrete específicamente), por lo que está fuera de la Iglesia, no puede confesarse ni recibir el perdón, y sólo el obispo o su penitenciario en la catedral le pueden levantar esta excomunión.
Para facilitar que todos los arrepentidos de haber participado en abortos se reconcilien plenamente con la fe y la Iglesia, el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, «ha concedido a todos los sacerdotes legítimamente aprobados para oír confesiones sacramentales, que se encuentren en la archidiócesis de Madrid durante los días 15 a 22 de agosto, facultad delegada para remitir dentro del sacramento de la penitencia la excomunión "latae sententiae"correspondiente al delito de aborto procurado, a los fieles verdaderamente arrepentidos, imponiendo al mismo tiempo una penitencia conveniente». Es decir, los implicados en un aborto no tendrán que ir a la catedral a buscar al penitenciario, ni esperar a volver a su país, en su idioma, para reconciliarse con la Iglesia. Cualquier cura en los 200 confesionarios del Parque del Retiro, o en las carpas alrededor de la explanada de Cuatro Vientos en la intensa noche de oración del sábado podrá impartir el perdón de Dios por este pecado y reintegrar al fiel arrepentido a una nueva vida.
La medida anunciada por el arzobispado de Madrid no es tan inusual. Es bastante común, especialmente en países hispanos, decretar este permiso especial a los sacerdotes en Cuaresma y Semana Santa, y también se hace en jubileos y otras ocasiones solemnes en las que se anima a los fieles a sanar su relación con Dios y la Iglesia para participar en las fiestas renovados. La Iglesia castiga con la excomunión «latae sententiae» (sin sentencia) a los que procuran un aborto para expresar la especial gravedad de este pecado.
En la práctica, eso significa que en muchas diócesis el penitenciario del obispo trata con abundantes mujeres o sanitarios arrepentidos del aborto, adquiere conocimiento y sensibilidad ante su situación y sabe como orientar a estas personas, por ejemplo, ante el duelo del hijo perdido y ya irrecuperable, el sentimiento de culpa o el síndrome «post-aborto». 

Adoración cada día
Las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta celebrarán en el Parque del Retiro cada día, a partir del lunes, una adoración eucarística de las 10 de la mañana a las once de la noche, cerca de los espacios en los que se ubican los confesionarios. Además, se podrá ver en la Sala Caja España-Caja Duero, hasta el 7 de septiembre, una recreación de la habitación en la que vivía la Madre Teresa, algunas reliquias (las sandalias que llevaba, su hábito) y vídeos con escenas de su vida, como el momento en que recibió el Premio Nobel de la Paz.

6 excomuniones
Tres para laicos
Queda excomulgado quien procure abortos, atente contra la vida del Papa o finja ser cura y celebrar misa
Tres para clérigos
Está excomulgado el obispo que consagre obispos sin permiso papal, quien viole el secreto de confesión y el cura que absuelva a alguien con quien peca sexualmente