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La muerte a plazos

La recesión multiplica los españoles que se hipotecan para pagar los entierros y reducen los servicios

Cómo ahorrar en el último adiós
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MADRID- Ya no hay varias coronas de flores, reducidas ahora a una; las esquelas en los periódicos han sufrido un «bajón»; el tiempo de «alquiler» de un tanatorio se ha visto menguado... Y así, hasta llegar a la conclusión de que los españoles han recortado los gastos a la hora de despedir a sus seres queridos. «En los dos últimos años, en lo que se refiere a los complementos, hay una menor contratación dentro del paquete de servicios funerarios», afirma Eduard Vidal, director general del Grupo Mémora. La crisis ha estrechado nuestros gastos funerarios entre un 1 y un 1,5 por ciento. Por ello, y teniendo en cuenta que el 33 por ciento de las familias no cuenta con un seguro en materia funeraria, empresas como Mémora han puesto a su disposición varias «ofertas»: si el pago se hace en un plazo de 0 a 12 meses, el préstamo para los gastos es sin intereses para la familia; de 12 a 36 meses, el pago de intereses es compartido entre la empresa y los allegados; y si es a más de tres años, el pago corre a cargo íntegramente de los familiares. Alrededor de 300 familias, dice Vidal, han contado en lo que va de 2011 con este servicio pionero.

El precio medio de un entierro a través de una compañía de seguros es de 2.200 euros, mientras que si el particular tiene que afrontar el gasto sin seguro, sería de 4.500. Y entre este abanico, según Mémora, el entierro ecológico destaca por ser más económico, hasta en un 20 por ciento. «La madera del ataúd ecológico es de peor calidad y más barata. Si el precio medio del ataúd es de 600 euros, el del ecológico se quedaría en 480 euros», añade Vidal. Las urnas biodegradables tienen ahora una presencia del 45 por ciento en el mercado.

¿Y qué sucede con la incineración? Según Mémora, es una opción que se situó en 2010 entre el 30 y el 35 por ciento frente al entierro tradicional.

«En dos o tres años, la incineración y el entierro tradicional podrían estar igualados al 50 por ciento en Madrid capital», estima Jesús Pozo, responsable de comunicación de Funespaña. De hecho, si en el año 2000 las incineraciones se situaban en un 13 por ciento, en 2008 pasaron al 20,84 en Madrid. «Las costumbres han cambiado, resulta más barato y han ido creciendo los jardines del recuerdo, y los columbarios en iglesias y campos de fútbol», añade.


El rastro virtual del difunto
A través de une empresa externa es posible gestionar el «legado 2.0» del fallecido. Pefiles en redes sociales, imágenes, correos electrónicos... «La familia puede decidir qué contenidos en internet quiere recuperar y cuáles cancelar», dice Vidal. Del mismo modo, los allegados pueden informar de la muerte a los «contactos» del finado. «Siempre con respeto a su privacidad», subraya Vidal.


Cómo ahorrar en el último adiós
Tanatorio
El alquiler es de 325 euros. Muchos reducen el tiempo para abaratar gastos.
Coronas
De mandar varias coronas de flores, se opta por una sola de toda la familia.
Esquelas
En un periódico cuestan de 132 a 8.000 euros. No todos se lo pueden permitir.
Ecológicos
Un ataúd de cáscara de avellana, además de ecológico, es más barato.